ZAPATERO A TUS ZAPATOS
Posted on 3:11
Mi padre dice a menudo: -Los hombres son el reflejo de sus zapatos, si un hombre tiene sus zapatos brillantes seguramente será un ser brillante, si un hombre usa calzado sin brillo, seguro será una persona opaca, de medias luces, oscuramente sombrío- Le miré a él sus zapatos, unos zapatos abultados y brillantes, pesados y robustos, zapatos torpes y voluminosos, él no es así para nada, es frágil y delicado, triste y melancólico, pudoroso y también algo patoso. Al otro día revisé todos mis zapatos, distintos tipos de calzado, había calzado lígero, otros pesados, otros tan ligeros como unas chanclas de verano, quizá alguno rígido y con mucha suela. Quiero mucho a mi padre, él cree que lo que me ha intentado enseñar no lo he aprendido, y lo que no ha querido enseñarme en mí se ha grabado como algo irremediablemente profundo, en realidad lo tengo como un referente sagrado, quizá algo idealizado, pero es para mí un ejemplo a seguir. Mi padre votaba a la izquierda moderada de este país, ahora vota a la derecha. Este país ha sufrido dos desencantos: El desencanto de los hombres de izquierda desencantados por la derecha franquista, derecha paterna de la que renegaban, y el otro desencanto, el de la izquierda algo más tardía, izquierda derechista, corrupta y decepcionante, izquierda edulcorada, izquierda de la que escapar cuanto antes. Digamos de mi padre que es un demócrata en todo su concepto, en toda su esencia.Fui al mitín del candidato nacionalista. Me atraía su discurso no por que me gustara, sino por que quería sacar a esta izquierda hipócrita, populista y con estrategias de gobierno un tanto inquietantes y manipuladoras del panorama gobernante; me acerqué al candidato, le miré los zapatos, llevaba un zapato tosco, reaccionario diría yo, un zapato vistoso y pacatamente elegante, pero se veía que estaba limpiado con betún o grasa de caballo, un calzado del que por mucho que lo frotaras siempre se podía esperar una apariencia distinta de la que se esperaba. Luego miré mis zapatos. Zapatos de marca, aunque los había pisado (o más bien pisoteado) demasiada gente en ese mitín con el que mis ideas estaban en total desacuerdo. Todo el tiempo que estuve en aquel mitín lo pasé incómodo, nervioso y con muchas ganas de que acabará cuanto antes. Para llegar a mi casa, y poder limpiarme los zapatos. Una vez llegado a casa me quité los zapatos, también los calcetines. Estaba puesta la televisión. Daban un documental sobre tribus indígenas. Miré mis zapatos sucios. Miré la televisión, los indios descalzos por la selva, miré mi pie desnudo. Como me gustaba aquel pie desnudo, no había que mostrarse ante nadie, no había que adoptar ninguna pose frente a ninguna postura o idea. Quisiera ser un indio e ir descalzo por la selva.
Posted in
a tus zapatos,
cuento,
mitin,
zapatero,
zapato