retrato de New York
Posted on 1:19
Millones de fotos sepia, el súmmum del
vintage en el asfalto perdido, entre adoquines perdido de ciudad con
quimeras resbaladas en las promesas frías y en los edificios de acero
que claman el grano de un click inoportuno, o una noche con un Marcel
Duchamp aburrido o extasiado, millones de fotos Agfa que perdieron el
aliento de bromuro entre los 70's y los 90's se buscan en las cajas de
zapatos y en los baúles de años perdidos que huelen a alcanfor y se
despiden del sueño que huele a caminata, y ahora millones de fotografías
digitales que se enamoran del músculo de pixel y sudan su orgasmo con
labios carnosos que sugieren un beso mordido por las mandíbulas flojas
que los soñantes cruzan como zombies en la literatura de la imagen. De
la imagen a todo color, parece pose o puesta en escena. Este breve
repaso por la fotografía y su historia no es casual, y esta fotografía
de un cuadro de un artista que se apellida Francés no es ninguna otra
casualidad, los dos fragmentos de este poema han querido ser parte de
este poema, y no yo he sido el que los ha elegido, ellos me han elegido a
mí como poeta y han preferido ser fragmento de este poema. Este poema
es un poema de amor, un poema de amor dedicado a la ciudad de New York,
sé que esto me hace parecer un provinciano newbie obsesionado con la
ciudad, pero pueden estar en lo cierto y pueden pensar también que sí
visitara la ciudad de New York iría a todos esos sitios donde siempre
van los turistas, sería el típico turista que frecuenta el MoMa y la
Estatua de la Libertad. Circularía entre sus taxis amarillos y quizá
alquilara alguno, rememoraría Taxi Driver, Manhattan, a Andy Warhol, al
viejo Lou Reed, a Allan Ginsberg y su aullido edulcorado, a Bob Dylan y
su etapa de músico urbano, emularía a Iggy Pop tomando café y fumando
con Tom Waits y su voz ronca y quebradiza, preguntaría en inglés con
acento andaluz por el Greenwich Village y no me entendería ni el judío
Edgard Solomon, a pesar de que procedía de una familía que conocía el
ladino, además de la Toráh, la cábala y los poemas místicos de Willian
Blake, o sea, un descendiente de judíos expulsados de España, un
Sefardita, pero todo esto que cuento no es posible, por que los
sefarditas no suelen llamarse Edgard Solomon, quizá sí se llamará
Abishai Cohen, pero ese nombré me suena, quizá sea ese contrabajista
judío que canta algunas canciones en ladino, pero todo esto es una
excusa, es una estupenda excusa para hablar de New York sin parecer un
newbie, o quizá sea una excusa también para unir el fragmento
introductorio y la fotografía del pintor y artista sobre New York
apellidado Francés y no parecer así que soy un fulano provinciano que
utiliza cualquier reserva para exponer obra de otros en poemas que yo me
invente, y tal vez sea está la excusa para que este poema hable de New
York y así yo no parezca ni un fulano provinciano ni un newbie. No sé,
podía seguir así hasta que amanezca.
Posted in
capplannetta,
casimiro oquedo medrado,
cibernetic hope,
cibernetica esperanza,
liooli,
retrato de new york