De adolescente se vive una
especie de locura alegre, que por suerte o por desgracia, se cura con el
tiempo. La euforia adolescente es algo efervescente y se evapora con los años.
Se vive una exaltación y todo momento es jovial y siempre existe lugar para la
diversión. Pero cuando llegas a cierta edad la alegría efervescente ya
evaporada se apaga para ver las cosas desde la distancia, con mesura y siempre
con control sobre sí mismo y lo que te rodea. Quizá sea esa la razón de el
porqué la vida adulta es lenta y aburrida a ratos. Se acomoda la soledad, cada
cual sigue con su vida, y esa euforia y esa locura inmadura queda impregnada en
nuestro cerebro esperando, tal vez se pudiera repetir en algún momento dado. Me
vienen a la cabeza aquellos versos famosos del poeta nicaragüense Rubén Darío:
Juventud, divino tesoro,
ya te vas para no volver,
cuando quiero llorar no
lloro,
y a veces lloro sin querer.
Bien, en esto consiste la vida de adulto haciendo hincapié en la adolescencia y
los momentos de locura juvenil y libertina. Después, ya de adulto buscas esa
extraña locura de la adolescencia en las celebraciones, en las bodas, en las
reuniones, en bautizos, en comuniones, pero esta locura, casi siempre inducida
por el alcohol, no está compuesta de vestigios de adolescencia alguna, más bien
acaba siendo una locura ridícula a veces, y en otros casos manteniendo la
distancia entre el desfase y el control necesario. En fin, eso es la vida
amigos, se es adulto porque se es maduro, y la madurez es aburrida pero
necesaria, ya que se puede caer en un ridículo del cual se ríen todos menos tú.
La
conclusión que saco de la vida es que unos tienen la fuerza suficiente para
agazaparse adentro como la pelusa en los rincones, cada vez más y más grande,
como si algo en nosotros intuyera que quedarse afuera es para siempre; luego
están aquellos que siempre viven para lo de afuera, hablan solos, fingen
normalidad, ellos para siempre afuera, viven para los demás y están enfermos
del "afuera constante", como si no entendieran que la vida nace
perpleja y luego se encadena a la luz de una bombilla, perenne, quieta, fija de
incandescencia, la vida para afuera condena a la locura interior, mientras que
la vida de adentro brota de silencio hasta que muere.
Oye niño,
los vulgares
Te pincharán el espinazo
Si te metes en los zarzales,
Ay, mi niño, dale esquinazo
A quien no sepa lo que vales,
Pues tú, guardián del lazo
Ata bien lo que tú sabes,
No des coba al cañamazo,
Hazte sitio, haz tus planes,
Que la zarza al enganchazo
Lo llama actos casuales,
Corre niño, haz reemplazo,
De aquello que en carnavales
Lo llaman el batacazo.
Come pan, ves con los zagales
Que no hay penas con bocado
Ni risas con noches saturnales.
...la cerveza fresca no se
inventó para mi soledad, se inventó para esa colla de gente que la beben con
una tapa de mejillones al vapor. Para mí no se inventaron los coches
familiares, ni los paseos en tándem, se inventó el negro sobre blanco de un
libro, el negro al diez de un café solo, se inventaron las copas de vino que se
toman en silencio. Yo quiero dejar impronta de que la soledad es para tod@s.
Las agonías van con un silencio de soledad camino de la muerte, ni las
enfermeras acompañan porque éstas hacen su trabajo y después de limpiarte te
dejan embutido entre pijama y ropa de cama como un rollo de primavera. La
soledad es para tod@s amigos...
Un repertorio de canciones preparaba a tu llegada, ahora las
mantengo en el recuerdo, pues los amores sinceros son los que cantan en la
aurora. Yo destrozo bolsillos pues dinero no quiero, tan solo me conformo con
los 9,99€ de mi cuenta Premium, no encuentro punta de alfileres y me subo al
coche que sufrí por ti y las pongo en el MP3. Un repertorio de canciones
preparaba a tu llegada, las vaciaba todas en el jardín de tu ausencia, corrían como
pájaros sin alas por zarzamoras y Rosales, espinas
llevan clavadas en tu nombre, y un Dios que las tararea persigue azules, pero
nunca llegaste a escucharlas ni de la boca de Él y mucho menos de la mía. Un
repertorio de canciones preparaba a tu llegada, ahora el sentimiento es sólo
mío. Un repertorio de canciones preparaba a tu llegada, las escogía de Spotify
y las reunía en una Playlist de ensueño, ahora las oigo en soledad mientras
tanto yo persigo tu alegría de sidral y peta-zetas.

Nadie
quiere jugar con mi fiera de peluche. Un resplandor abrió una suerte de fuegos
de artificio, esos fuegos iban como locos tras la paz cimentada de los hombres
corrientes. Ya nadie quiere jugar con mi fiera de peluche, con mi garra feble
como el barro, con mi aullido desde el juguete preferido de un niño tonto, ya
nadie quiere poner su mirada desnuda tras la mía que respira de abismales
catacumbas, ya nadie quiere ver mi guadaña de plástico que nunca cortó ni
siquiera una flor, ya nadie quiere acariciar mi jaguar llorica, saborear mi
caramelo de pimienta, mi primer sabor de absenta, nadie quiere ser centinela de
mi cuartel sin polvorín, de mi celda sin rejas, nadie comprende mi estratagema
estúpida y sencilla, mi a contrapelo con pulgas que saltan y se van aburridas.
Tener, tengo de todo, me faltan los dedos de una mano, con los que yo feliz
contaba amigos, ahora cuento familiares, figuras que sangran por mi desvelo,
prefiero una cueva con un clan de sangre propia y olvidarme de quimeras, pues
ando loco tirando piedras a los ataúdes y escupo cuando pasa la tragedia, pero
repito, soy más juguete que sombrero.
Posted on 0:27
Comparten contigo un vídeo, el
vídeo es un empleado de Macdonals humillando a un anciano vagabundo, antes de
ver el vídeo publicidad de Movistar, publicidad de Coca-cola, y un largo
etc...las veces que cliquees. Humillación como espectáculo, humillación con
esponsorización, se mean en la sopa de los pobres, luego te venden la cuchara.
En el vídeo sale un empleado del Macdonals afroamericano como le ofrece una
hamburguesa a un homeless, quizá es su única comida en el día, en dos días, en
una semana, cuando se dispone a cojer la hamburguesa que le ofrece el empleado,
éste le tira un vaso de agua con hielo, el vagabundo se aleja lanzando sapos y
culebras contra el empleado, con razón, vídeo patrocinado por Adidas, por Nike,
por Play Station.

...Vuelvo a casa con la
inapetencia puesta en mi desgana, el camión escoba se lleva mi esqueleto, los
barrenderos barren el resto, y las panaderías abiertas anuncian otro despertar,
vuelvo a casa con el apetito arrasado y ya no tengo ganas de subir el volumen
al descontrol, viví deprisa, con ansia, y la vida me la comí con la gula con la
que saborea un gourmet ansioso de manjares, dejé la risa, mi risa, olvidada en
los festivales, últimamente anduve caminando ebrio de ti, ya vuelvo casa,
los muebles están en su sitio, los libros ordenados por editoriales, ya no hay respuestas
en la despensa, tan solo un portazo esclaviza mi falta de apetito por la vida,
no quiero ser un clásico, tener novia, casarse a lo grande, hijos, bufff, qué
pereza, prefiero una vida de excesos, pero de excesos que saben a sacarina,
toda una vida edulcorada, y si se van los que me quieren, muchos se alegrarán
por ello, el camión escoba me moja los pies y se ha endurecido el cuero de mis
zapatos, lejos se escucha una música, me gusta la vida, aunque la fiesta
siempre esté en otra parte...