encontrar la muerte en los rincones

Posted on 3:13

…Descubrir la muerte siendo un niño es algo que se te mete en las profundidades del alma como si en el alma tuvieran cabida todos los muertos de este mundo. Descubrir por ejemplo, que la muerte está en las salas de espera de ambulatorios con suelos desinfectados y con fotos de monjas con velos morados, velos desconsolados de herida abierta y pus que empieza a hacer mella, velos a los que les corroe un tufo a vela recién apagada; monjas con la cara pálida, implorando compasión en plegarias de hábito y fe morada como la mercromina, con gafas de culo de vaso, gafas de pasta gruesa, redención de monjas en la larva de moscarda, tiempos en los que redime el incienso, y los cirios encendidos enarbolando al aire su espesa peste de cera suben por una escalera de santidad fingida por hombres que no son santos ni jamás lo fueron, también en los cementerios de crepúsculo existen lápidas con luces paupérrimas como venidas de una pila de batería y custodiando una foto en blanco y negro donde la muerte agazapada roe y sube con su hálito de mansedumbre y resignación, se cruza de brazos la misericordia que todos llevamos dentro mientras que esperamos ese pedazo de paz que nunca conoceremos, conforme estamos de que la muerte nos concluya los latidos y no haya más derrota ni venganza que la de no existir cavando en las cumbres de la nada hasta que encuentras un abismo al que todos pertenecemos. Ese abismo es vacuidad…

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