
Más abajo de este post pueden ver un vídeo que he puesto adrede. Por supuesto soy parte del 1% con el que se hace recuento de esos que no llevaron los deberes hechos a primera hora de la mañana. Pregúntenle a cualquier psiquiatra si una persona de este 1% no puede tener una vida normal. No soy extraterrestre, tengo mis pies muy adheridos al suelo. Vivo solo desde el 2011. Llevo una vida normal, salvo que mi madre me dispendia de tuppers cada semana, tal y como lo haría cualquier madre con un hijo que se emancipa. No quieran colgarme un sambenito, ni tampoco un lastre, digo esta verdad porque la estigmatización hacia mi persona es una cosa que me repugna. He escrito varios libros, soy un profesional a mi manera de la fotografía, y no me diferencio demasiado de la gente común, digo común, porque normal, lo que se dice normal, hoy en día es una palabra que guarda cierto poso de estigma. He titulado este post como ustedes pueden ver, ya que lo que ocurre es algo relativo. La relatividad consiste en que implica varios factores que se dicen y se contradicen ellos mismos frente a una verdad más consistente. No piensen ustedes que soy una persona inestable, que pierde la compostura y la perspectiva a primera de cambio, no. Soy una persona inteligente que está así por el uso de tóxicos y otras constantes en mi vida pasada. Esta web se ideó contra la estigmatización de las personas enfermas mentalmente. En esta web se pueden visualizar o leer varias causas en las que lucho, y por consiguiente, no son las charladurías de una persona enferma. A veces hablo de cosas demasiado serias. Juzguen ustedes cualquier post como un viaje.

Ahora que se puede, tal vez porque seas doncella, te llevaré de sorpresa a casa de mis padres, a que veas como mamá hace la paella, el gazpacho y los pasteles. Ahora que se puede, te llevaré al trastero de casa de mis padres, extenderemos un colchón, haremos el amor, fumaremos marihuana y veremos el día partir con una muda limpia, sus secretos y dos pijamas. Ahora que se puede, porque dicen que no se puede, ahora que es cuando se puede. Ahora que se puede, el amor frente a la noche y una candela en un llano con o sin nosotros. Ahora que se puede, cruzar la vértebra de agua de aquel arroyo, y los dos desnudos, nos evitaremos la sal de los suplicios y ahorcaremos la melodía que aconsejan y aconsejan, pero nunca conocieron. Ahora que se puede, que yo conozca a tu familia, sin duda he de quererla, como sólo Dios te quiere, ahora que se puede, que tú conozcas a los míos, y la rivalidad la apartemos, en la orilla de las tormentas. Ahora que se puede, hablarnos en el silencio, pues me estoy haciendo viejo, tengo canas y las muelas gastadas. Ahora que se puede, hacernos una cabaña en la ribera del lago, y tú serás tú misma, y yo seré el que soy, sin tropiezos, ni letargos, sin parajes del me muero. Ahora que todo se puede, iré a buscarte enardecido como la pasión de un jilguero que canta, en la soledad del bosque. Ahora que se puede, nos abrazaremos en la cama, tu cuerpo junto al mío, y te diré al oído aquel que fui, y tú me digas con tu alma, que el tiempo es pasajero. Ahora que se puede, andaremos los caminos, y reiremos, seremos felices.

Esa cuesta arriba del día a día es lo que más me hace tropezar en mí mismo. Cuando se te cierran muchas puertas y solamente te quedan las ventanas. Vivir el día a día cansa cuando solamente tienes la comodidad de ser algo que no quieres, te cambia la manera de respirar, y te cambia todo el plantel que tienes para resistir. Y me avergüenza tanto decir todo esto, y a la vez lo necesito tanto... Y cuando llegan los días alegres y no los disfrutas con intensidad, ya que no sabes ser feliz. Crees que sí sabes, y te engañas diciéndote a ti mismo qué poco dura la alegría en la casa del pobre, pero es porque la respuesta que te queda, la única respuesta que te queda, es que sólo te tienes a ti mismo, y ese maldito teléfono como hilo conductor hacía el espejismo en el desierto. Que das voces y más voces y crees que nadie puede escucharte. Aunque te escuchan. Ese es el problema. Que a veces desearías tener un público perenne y otras veces reniegas de él, ya que tu natural coexistencia se repite como un plato con demasiado ajo, o un kebab al que han echado demasiada cebolla. Es la mañana repetida, a veces en el sol de invierno te revuelcas alegremente, pero pronto vienen nubes oscuras como borrascas y arrasan tu debilidad de ser errante. Errar, y errar, solamente eres tú ante el mundo, y el mundo es tantas veces aquella cosa que ya no esperas... te dices: -Ten paciencia, no te desesperes, hay miles de ahogados en los vasos de agua. Para ser tú mismo lo primordial es que te quieras, y que quien tenga que quererte, te quiera por lo que eres, nunca por lo que fuiste, tal vez por lo que serás. Te dirán millones de veces eres un tonto, te equivocaste, y otra vez la marcha atrás, te sientes despreciado, hundido y maltrecho. Hay personas que te dicen eres un atormentado, y automáticamente piensas, no soy yo, es por la gente, aunque no es la gente, es la tormenta, y de tormenta cada cuál lleva la suya propia, y cada uno lleva su tormenta, tú llevas tu tormenta. Nos quedan los refugios y las cavernas terrestres, nos quedan esos ratos de paz y de dicha, todos juntos, ese motivo por el cuál todos los hombres nos parecemos, es la paz la bendición.
Posted on 2:02

Cuando era niño inventaba historias jugando con coches en miniatura. También clips de Playmovil donde había bastante variedad de personajes. Jugaba con mi hermano, ya que nos llevamos uno del otro poco tiempo. También veía Verano Azul junto a mi hermano. Veía Tarzan, recuerdo que me comía hasta los pastelitos, quiero decir con todo esto que yo también hice EGB. Ha salido un libro llamado Yo fui a EGB que está muy bien. Libro que recomiendo, ya sé que es un libro poco literario, aunque se ha vendido muchísimo. Es un refugio en la nostalgia de un tiempo pasado que no volverá. El libro contiene imágenes y algo de texto, pero es una foto fija de aquella niñez que vivimos muchos hijos del Babyboom español. Éste post no es para dar publicidad al libro, publicidad que no le hace falta, ya que se vende solo. Éste post quiere hacer hincapié en los niños predestinados a escritores, que no son sólo escritores porque han leído, que también, sino porque jugando y viendo televisión de aquellos años hemos entendido que no sólo nos han educado los maestros y nuestros padres, también hemos cultivado una inteligencia clásica que no tienen los niños de ahora. En aquella época que era educación general básica (EGB) se han cimentado metas que ahora son imposibles. Ahora mis sobrinos están fascinados por los cómics y los muñecos de súper héroes MANGA, ahora el que no es un otaku es lo que llaman Pro. El otro día le decía mi sobrino de diez años a su padre (mi hermano): -Papá, ¿a que soy Pro? Y mi hermano le decía sí hijo, eres totalmente Pro, y todo porque el niño está enviciado en los juegos de consola, se le da bien, sus padres le inculcan que deben hacer sus tareas, pero bueno. Nos ha salido un niño Pro, cosa que me parece genial. Ahora ya no se juega a churro, media manga, mangotero, no se juega a canicas, a chapas. Tengo otro sobrino que es otaku, a éste le fascinan los súper héroes MANGA y con cinco años que tiene es un cliente de la Tienda del Friki en Sabadell. El niño tiene todos los disfraces de súper héroes, hace poco fue a votar con su padre vestido de Son Goku y con mascarilla. Son otros tiempos, ni mejores ni peores, por eso la nostalgia por EGB.

Sin duda estamos ante la roquera más guapa del panorama pop rock actual. Fue mujer de Ray Loriga, cantó ante Lou Reed, ha sido partener musical junto a Nacho Vega. En definitiva, una chica de armas tomar. A mí me gusta un tema suyo llamado La muy puta, tema que recuerda a todas esas grandes mujeres poetas malditas, tanto en Europa, Estados Unidos, y en el mundo entero. Es una artista que ha hecho buena música y ha interpretado algún papel como actriz en los años noventa. Ha cantado junto a Joaquin Sabina y es toda una vocalista y guitarrista que en sus conciertos de reducido público acústicos ha sabido llevar bien las riendas tanto de la interpretación como de las formas de tocar. Tiene canciones como Canción del eco, una hermosa canción donde aporta personalidad y cultura clásica, otros temas como Pulgas en el corazón, son agradables al oido y tienen cierto toque de picardía y sentido del humor. Tiene una canción titulada Muertos o algo mejor con una pose un tanto desenfadada y a la vez canalla que sólo es equiparable a Alguien que cuide de mí y a la par de esta ácida canción melancólica está la canción Al fin sola, al fin loca, que es para mí considerada como una actitud de gran fuerza y estilo propio compuesto de una manera transgresora e irreverente. Escuchen a Christina Rosenvinge, mujer a la que no le gusta que la llamen muñeca y mujer a las que quien haga crítica sobre ella siempre dirán lo que dice en una de sus letras ...qué bien se conserva... y están en lo cierto, aunque no es solamente una chica atractiva, es una cantante autora de sus propios temas y tratados con inteligencia y buen hacer musical. Un estilo propio, volvamos a la música inteligente, please.
Posted on 1:03

Duramos tan poco tiempo, somos tan efímeros y pueden pasar tantas cosas en un año... que da un poco de miedo. Lo digo porque pronto será el cumpleaños de mi padre y después el de mi madre, y ya tienen cierta edad. Y ellos, aunque a veces discutan, (como ocurre en casi todos los matrimonios) tienen momentos donde es notorio el amor correspondido. Pronto harán su cincuenta aniversario de bodas y yo que soy el primogénito tengo temores que no puedo negar. Quisiera lo mejor para ellos, porque se lo merecen. Y de ellos he aprendido muchas cosas prácticas, como la economía austera, también el respeto mutuo, y el amor que se tienen, aunque no lo demuestren en público, total, si no tienen que demostrar nada a nadie. Les basta una mirada cómplice o un ademán en el propio lenguaje que ellos han adoptado en la crianza de mí y mis hermanos. Es como un lenguaje con gestos que sólo ellos conocen. Para mí siempre ha sido un misterio ese nivel de comunicación y complicidad, que yo lo atribuyo a parejas longevas, y que conocen al dedillo el material de que está hecho el tejido orgánico de los sentimientos de cada hijo, y tan solo con mirarse se entienden a la perfección. Una relación así es bellísima, y se dan casos en parejas de su generación, como también más mayores, pero las relaciones de un tiempo hasta acá han desarrollado un carácter un tanto individualista y precario. Creo, seriamente, que las relaciones de pareja se han degenerado en un sentido egoísta del término y se han convertido en relaciones poco duraderas. Si se dan cuenta, cada vez existen más separaciones y divorcios, y creo yo que es por nuestra poca consistencia como institución para devaluarse totalmente.

En estos tiempos de misoginia y machismo deliberado. En estos tiempos de estrategias de mercado, donde lo precario resiste, como un virus maligno. En estos tiempos donde el macho alfa ha perdido su estirpe. Ya que las que escriben mejor son ellas y no ellos, en estos tiempos de elles y yosotros, en estos tiempos donde y cuando al nombrar a alguien como calzonazos, hoy en día es aberrante y fascista. Ahora no está ella para hacer las labores del hogar, están ellos que también tienen manos. Está comprobado que ahora los matrimonios que perduran en el tiempo son aquellos que comparten las tareas del hogar de manera igualitaria. Y lo digo por experiencia. Ahora el macho alfa colabora en las tareas del hogar además de follar para ambos, y no para él solo. Se debe retener el orgasmo y a ella nunca dejarla atrás. Y lo digo por experiencia, ya que conozco a parejas que duran y duran en el tiempo, que son compañeros y no un marido y una mujer. Que ahora no hay hombres felpudos ni mujeres florero. Que no existen las mujeres sumisas ni sometidas. Que por experiencia puedo decir que los matrimonios hoy están cosidos por el término igualdad. Que el término que salga de la boca como el de calzonazos sea el de un fascista o un zafio. Ya no hay ni hombres en mayoría ni mujeres en minoría. Por supuesto, existe por desgracia la violencia machista, y casi siempre es machista. También las mujeres someten al hombre a golpes y a denuncias falsas por malos tratos, también ocurre que el hombre tenga miedo de mujeres sin miedo. Y también ocurre que hombres sin miedo lleven la violencia por herencia, y se maten ambos, o la maten a ella y él se suicide sin ningún éxito. Mujeres hay a miles que viven asustadas, papá, no le pegues a la mamá, porque la mamá es muy buena. Los niños le gritan a su padre que no quiere ni por asomo ser un nuevo calzonazos, de los que ahora abundan, y son felices, porque cuando están todos juntos son una familia, y comparten, se van de cena los viernes noche, después los sábados hacen la compra de la semana. Y gozan de la vida sin violencia, porque ella es más explosiva que él, y es él quien cede sin reproches, aunque lo llamen nuevo calzonazos, o súper hombre del siglo XXI.

Yo quisiera para mí una libertad plena, pero eso es imposible, mas no del todo improbable que no se deje de intentar. Me río de aquellos que dicen que viven en plena libertad, sólo la viven algunos, y no son hombres con los pies en la tierra, viven inmaculados. Vivir inmaculado es una ingenua libertad, ya que mienten a la gran verdad del mundo, y solamente cuando son parte de ella (la gran verdad del mundo) se dan de bruces con la realidad, y se acobardan y se avergüenzan. Por eso yo vivo ahora a media libertad que es ser libre, aunque como alguien me dijo una vez: cogido por los huevos. Y es algo que da miedo, te sientes inseguro. Es como si chocaras siempre con la misma zona del muro. Por eso lo de aquella famosa canción del Bambino, esa maldita pared que separa tu vida y la mía. Y es normal que el ser humano a media libertad reivindique esa pared como parte de su subsistencia, porque esa es su naturaleza. Naturaleza pisoteada en todo caso. Es como cuando pasas por una plaza pública. Nietzsche habla en su Zaratustra sobre esa plaza pública donde se pasa desangelado y cogido por los huevos. Solamente la gente buena que vive y deja vivir ni se inmutan al verte pasar por la plaza pública. Algunos pueden insultarte por el hecho de tenerte, no ya a media libertad, sino cogido literalmente por los huevos. Pero esos que pretenden tenerte cogido por los huevos son más verdugos que personas tolerantes, gente buena y mala la hay en todas partes, pero estos “verdugos a la nitroglicerina” son poco hombres, quizá menos que aquellos que viven ciegamente en el palacio de la plena libertad. Porque son terroristas psicológicos, y cuanto más miedo se les tenga mayor será el libertinaje que usarán en contra de tu persona para mantenerte cautivo a jornada completa. El miedo es libre, puedes tener mucho miedo ante una persona pacífica, y nada de miedo ante una verdadera fiera. Las personas tenemos un instinto, que no es una ciencia exacta, es un costumbrismo seleccionador el de la vida de los hombres, pero muchas veces se equivoca. Puede que esto parezca ingenuidad por nuestra parte pero hay una canción de Manolo Caracol que lo define bien, y es que Nunca caen los rayos por donde la tormenta suena.
Posted on 1:55

Me empalagan los algoritmos porque es como decirte ¿no querías caldo? Pues toma toda esta variedad de caldos. ¿Y si no quiero caldo? ¿Y si hoy me apetece comer espinacas? No, por favor. No quiero ver a Popeye. No quiero espinacas con Popeye con publicidad de Brutus y Olivia en todos los lugares de mis dispositivos. ¿Por qué el Internet de las cosas es tan pesado y a la vez tan caprichoso? Debe ser porque vivimos en una sociedad de consumo y todas las sociedades consumistas son por antonomasia pesadas, egoístas y caprichosas. Estoy empalagado de música que me ofrece Spotify, YouTube, Amazon y un largo etcétera de música y productos que me parecen una basura. Me empalagan los algoritmos, es como darte un atracón de chocolate y pasar toda tu vida recomendando chocolate, ¿y si te apetece otra cosa? ¿Cosas como un pastelito de la Pantera Rosa? Ahora vienen los de Bimbo y me ofrecerán Tigretones, Bonys, y todo tipo de bollería industrial, pero ¿no he dicho que quiero comer judías con butifarra? Y no, no me ofrezcan la marca Catalunya, ¡he dicho que no! ¡Joder! Que no quiero saber nada de Valencia, yo sólo me he interesado por los ingredientes de la paella. Ahora me apetece comer nueces y me vienen con viajes para jóvenes ya maduros para visitar California. ¡Qué raro! Llega a mi bandeja de entrada correo electrónico de países y naciones que piden la independencia, ¡que no, joder! Que no quiero ir a Irlanda del Norte, tampoco quiero visitar Kosovo. Me empalagan los algoritmos, es como mezclar todas las cosas que te gustan y hacer un centrifugado en la boca y ellos creen que a mí me gusta, pero al final no saboreo nada, ni elijo lo que yo quiero.

Si tuviéramos políticos como Dios manda la ultraderecha sería un silbido entre la multitud. Si tuviéramos políticos buenos yo podría calentarme en invierno, y no tener que llevar las chaquetas de poliéster para eludir el frío. Si tuviéramos políticos como lo exige la ley tendríamos justicia y no una justicia politizada, y llena de trampas y misterios sin resolver. Si tuviéramos políticos en buenas condiciones harían más por los demás y no por ellos mismos. Si tuviéramos políticos con dos dedos de frente gobernarían para todas y todos, y no para unas minorías que se llevan la cosecha del huerto que con tanto esfuerzo sembraran nuestros abuelos y padres. Si tuviéramos políticos como los de antes España volvería a lo de antes, y por lo que dicen y cuentan, eran tiempos duros, grises y niños de entonces, que nos muestran a diario que la ley del mínimo esfuerzo es la que vale. Si tuviéramos políticos como los honrados seríamos un país sin corruptos de esos que existen por ahí y son ejemplo y no tendríamos nosotros que envidiarles. Si tuviéramos políticos sin borrones y sin tacha en sus expedientes ocultos seríamos una sociedad civilizada y no un populacho que se queda sin recreo en agosto, y para otros no hay recreo, o no lo conocen, porque trabajan sin descanso. Si tuviéramos políticos como lo exigen los cánones tendríamos una cultura fuerte y digna. Si tuviéramos políticos de mente sana serían privilegiados por gobernar a un pueblo sano, pero ni son sanos y tienen demasiados privilegios. Si tuviéramos por qué callar no habría presos por hablar, por escribir, por decir la verdad, incluso no borrarían murales. Si tuviéramos políticos que callan y obedecen, que cumplen con dar refugio al hombre sin casa, que dan pan al hambriento, que dan refugio al que asilo pide, que da agua al sediento, que ofrece trabajo digno, educación pública y gratuita, y salud para el enfermo no sería la política tan precaria y no necesitaríamos ayuda de ningún otro pueblo. Si los políticos que tuviéramos fueran a luchar por su gente allá en la sede de la ONU no mandarían a su pueblo a las guerras y conflictos. Si tuviéramos políticos que miren por sus ciudadanos los impuestos que se pagan serían de utilidad para los ciudadanos y no para ellos mismos. Si tuviéramos ganas de salvar el mundo también tendríamos ganas de salvar a los niños desnutridos y desfavorecidos.

Tal y como adelanto en este post, vuelvo a publicar en Ediciones Vitruvio la segunda edición de mi novela poética Cibernética esperanza, totalmente actualizada y con novedades. La novela dice mi editor Pablo Méndez que es poesía, que hasta los momentos de prosa inducen a la poesía, o tal vez mejor decir que, sugieren poesía. En esta novela poética se ofrece frescura a los nuevos tiempos y habla de lo que supone Internet, y todo lo que eso conlleva, y ha ido creciendo en profundidad. También quiero anunciar mi próxima presentación de Poemas con Nocturnidad que tampoco dejará al lector indiferente. Quiero decir que el libro ya está distribuido por toda España, siempre en Ediciones Vitruvio. Editorial que se ha convertido en toda mi esperanza ante mi vocación poética, que no es fácil, es una lucha que gracias a editores como Pablo, nosotros los poetas tenemos un rincón al que acudir. Cibernética esperanza es un cúmulo de esperanza, ya que no sólo habla de esperanza, también he tenido que demostrarla paso a paso en todo momento. Al lector que quiera leerla diré que siempre lean Cibernética esperanza de Ediciones Vitruvio. Es ahí donde está la versión actualizada, y la versión más redonda de la historia, ya que ha sido un proyecto que ha ido evolucionando, tanto en versión web con www.capplannetta.com como en www.ciberneticesperanza.com En estas dos webs me he recreado como personaje y he logrado un libro en papel con un apéndice que son las webs. Es aquí donde quiero subrayar mi sentir más poético y he escogido metafóricamente el símbolo de un cosmonauta. Ya que es un ser solitario que tiene un planeta imperfecto donde él obtiene sustento para lograr esperanza nuevamente renovada.
Posted on 0:40

He titulado este post como “El atajo de la soledad” porque hablar sobre lo que voy hablar es muy habitual en los corazones libres y no tan libres. A veces estar solo no es el problema, resulta evidente que para algunos es la solución. Yo estaba predestinado desde que nací a la soledad, y eso mucha gente de mi entorno lo sabía. Yo lo descubrí hace unos años ya. A veces te casas, dibujas en tu sueño el croquis de una vida, pero el destino de la vida es caprichoso, y a veces te sitúa donde te corresponde. El hecho de estar solo no me diferencia demasiado de la gran mayoría, porque hay personas predestinadas a la soledad por mucho que luchen contra ello. He conocido personas que han montado una gran familia, familias numerosas, y han acabado en soledad. Por mucho que han tratado de luchar contra la pena de tener que morirte solo, al final han acabado solos. Otros, sin embargo, tienen el don de la compañía, porque les ha sido otorgada la gracia de esa dicha. El atajo de la soledad. Otra fue mi opción cuando me casé, pero debo de decir que no me ha resultado nada difícil conseguir mi soledad. No pretendo dar pena, de mí no tiene que compadecerse ningún zafio resentido. Yo quiero estar solo, pero para llegar al lugar donde estoy he preferido el atajo más largo. Porque tuve que casarme mientras luchaba contra mi soledad para llegar al punto del retorno incesante. A mí no me extraña nada que la gente haya usado a mi persona cuando era un árbol frutal y ahora ya seco, (que no acabado) y yermo, ya no sirvo ni para tacos de escopeta de juguete. No puedo reprochar nada al mundo. A la que fue mi mujer menos. Mi naturaleza me ha dado y después me ha quitado. Si yo no me hubiera casado no sabría ni hubiera escrito mi Cibernética esperanza. Yo me embarqué en un viaje de siete años con un proyecto en común, que al final no arribó a buen puerto. No hay culpables, pues no hay culpa en el amor correspondido por ambos. Por eso digo que tomé el atajo más largo para acabar comprendiendo que lo mejor que me podía ocurrir era la soledad. Gente yo conozco que han acabado mal por luchar contra el viento salvaje de su naturaleza. Yo no pretendo lamentar ni un ápice mi soledad, pues solo, lo que se dice solo no lo estoy. Tengo padres y hermanos. Algún día dejarán de existir, al igual que yo, algún día dejaré este mundo que no maldigo. Es un mundo interesado y siempre acaba mal todo lo que empieza, como mi naturaleza. A todos nos enseñan valores que luego llevamos a la práctica sin miramientos y sin asombrarnos ni una pizca. Digamos que ahora quiero vivir en soledad porque para llegar al punto donde ahora estoy luché en batallas cruentas, donde nunca hubo un ganador definitivo. A veces he llegado a pensar que el gran ganador de este tramposo juego he sido yo. Tengo una familia que no elegí pero no voy a devorarlos. Esta vida me ha enseñado que más vale una vez colorado que un ciento amarillo. También me ha enseñado de que no hay cosa mejor que la paz del alma. Fuera de ti ocurre todo pero aunque pensamos que dentro de ti no ocurre nada, ocurre la mejor de las maravillas habidas o por haber. No quiero juzgar a nadie, no soy ni peor ni mejor, pero tengo mi soledad, la prefiero antes que lamentarlo luego.

En los asientos traseros la noche era lo único. Tu mata de pelo entre mis manos crecía en una maraña de espesura que yo acariciaba. Tus senos eran la fuente de la carne, y la hora de la ternura era como perderse en tus labios de mujer hermosa. Eras un sueño con sombras de misterio entre tus piernas arqueadas. En los asientos traseros subyace la juventud adolescente, y un pedazo de mi persona había en tu sueño espectral. Mi semen corría con el aroma todas las curvas de aquel coche. En los retrovisores miraban los conductores, y estupefactos se asombraban de la curiosidad de mi mano. Mi mano buscaba en ti los rastros de tu deseo. Yo, duro y compacto te hacía presencia de plena carnalidad y entre tu sudor yo besaba mientras te bebía y te bebía mientras te besaba. Te pensaba dentro de ti y un efímero orgasmo saltaba como una ave que se camufla en la espesura de tu latido, que se hizo prisa de nervio y pulso, que se hizo espasmo cercano que yo marcaba sintiéndome hombre, y tú mujer, entre las estrellas te movías, en aquel asiento trasero de aquel coche como entregada a mi cariño de pulpa, y te rozaba de gozo entre la grandiosidad de tu peregrina mirada ante mi cuerpo, y yo miraba el tuyo como un agua que me emanaba del silencio y del gemido, mientras me entregaba a tu abrazo cautivo entre mis intermitentes besos que de todo de ti lo bebían. Suerte de secretos por saborear, lugares entre faros y plenitudes repletas de gozo. Caudal de río fiel a tu fuente. Era nuestro viaje un paseo donde sólo estábamos tú y yo, lo demás se perdía hacía una nebulosa que prefiero no creérmela todavía.
Posted on 3:01

Si yo tuviera esos grandes ventanales con que apremia la vida natural de las especies. Si yo tuviera esos grandes ventanales con que el capricho otorga una ventaja, o mejor decir, una desgracia, pues a ratos quisieras ser yo, y otros ratos bien te abrazas a tu yo. Si yo tuviera esos grandes ventanales por donde pasa el aire y va de trinchera a trinchera, daría a los enfermos agua de mi rocío, y a los soldados les daría vino para así achicar la cobardía, y a los heridos les daría caldo de mis carnes para que resucitaran ante su desdicha de yodo. Pero no dispongo de grandes ventanales, es más, tengo el alma como un búnker decapitado, tengo la barbaridad del mundo sostenida entre mis dientes, y muero dos veces por semana entre buenas y precisas tardes, y en noches donde sólo queda mi respiración. Si yo tuviera esos ventanales tan abiertos y tan radiantes de primaveras nubladas, tan agradecidas con la sospecha de que hay algo ahí fuera, y querer mirarlo, sin moverse un ápice, porque se puede, porque la naturaleza te da y te quita, te pone y te otorga, te arrebata y te hace feble y efímero, como un suspiro testigo de los guapos tontos, como un cantar entre los cielos y las tierras, donde no debe haber nada oculto, como cierta niñez de un crío que escuchaba la risa como su caja de música. Un niño con la niñez encerrada en los sueños de los que vencían otra luz. Con monigotes de papel enganchados a su bata escolar. Yo quiero esos grandes ventanales para disimular mi ceguera cuando cante y me sacuda, cuando me haga nuevo niño futuro, y nuevo niño naciente, yo quiero esos grandes ventanales para ser lo mismo.
Posted on 1:16

Cuando te pasa algo grande, algo que te hace feliz, es preferible ir con cautela y no ir presumiendo por ahí. Aunque yo, económicamente estoy en la ruina, puedo sin vergüenzas ni falsa humildad, admitir que estoy en un buen punto en mi vida. Estoy estabilizado psicológicamente, me es grato decir, que estoy apunto de alcanzar la plenitud. Cosa impensable años atrás. Y ahora, aunque no tenga ni para tabaco, estoy bien psicológicamente hablando. No quiero ser falso modesto, pero tampoco tener falsa humildad. Ya que cuando uno está a gusto consigo mismo debe de admitirlo. No tengo felicidad edulcorada, esa sólo la fabrican en televisión. Y salvo en momentos que me pongo nervioso y, en otros que tengo algo de ansiedad, puedo decir que estoy a un paso de la plenitud. Tengo mis miedos y mis inseguridades, pero eso va implícito con la vida en sí. Paso muchos ratos de soledad, y he meditado bastante acerca de cosas que me han ocurrido. Aunque todo pasa por alguna razón, son ciclos en cada punto de la existencia. Ahora elijo bien a la gente con que me apetece estar. La soledad a veces te puede llevar al punto de hacerte pesado para con los demás. Pero trato de tener la cabeza ocupada para no tener que hacer frente a ciertas flaquezas que no me dejan vivir con plenitud. Porque una cosa es la felicidad y otra muy distinta la plenitud. Podría ser feliz, aunque ¿quienes son felices hoy en día? La gente trabaja de lunes a viernes, el sábado vas a hacer la compra de la semana, y ¿qué te queda? Te queda un domingo que pasa con la prisa de costumbre y te deja perplejo cuando te encuentras con el lunes y venga, hasta el sábado.

De Don Pedro Calderón de la Barca he sacado muchas enseñanzas, pero una obra que me ha fascinado es El gran teatro del mundo. En ella se hace un reparto de papeles, bien, eso es en sí la vida. Decía Jaime Gil de Biedma que el poeta es un pequeño Dios. Puede que estos dos autores estén en lo cierto, y yo de verdad así lo creo. Cada uno tenemos el papel que nos ha tocado vivir. En la película Abogado del diablo y en inglés The Devil’s Advocate del director Taylor Hackford de una historia de Andrew Neiderman, en la película el diablo, personaje que interpreta a la perfección Al Pacino, dice: trata de ser un tipo normal, que la gente crea que eres un pobre don nadie. Incluso el diablo con el coprotagonista Keanu Reeves viajan los dos en metro en la ciudad de New York. Bien, pues este mismo ideal como costumbre es parte de mi convicción. Pues me hago dueño por un momento de un refrán que se dice en España y es Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Y está en lo cierto. Porque aquel que es poco generoso con los demás teniendo todas las herramientas para serlo se vuelve mezquino. Mezquino y envidioso. Dos defectos en alza en el mundo de hoy y que están muy al alcance de esta sociedad materialista que nos ha tocado vivir. Sociedad neoliberal. El otro día lo comentaba con un amigo. Y es que los neoliberales cuando están en tiempo de bonanza no reparten la riqueza, y una vez decretada la crisis piden ayuda del estado. Pues en el papel que me ha tocado vivir, más por desgracia que por suerte, vivo a expensas de lo que el Estado me dé. Hago muchas cosas en la vida y ahora estoy pasando una mala racha, muy extendida también en todo el planeta. A lo que me refiero es que aprovechando estas malas rachas de la gente, y el caso que hemos tenido recientemente en Catalunya, es objeto para que proliferen las malas hierbas oportunistas como el neofascismo y el ascenso de la derecha nacionalista, quiero decir con esto que estamos en una situación delicada. Ya no vale hacerse el sueco y decir conmigo no va la cosa. Debido al COVID-19 habrá mucha abstención de la izquierda moderada, cosa que aprovechará el fascismo para meter su garra en el Parlament de la Generalitat catalana, no debemos dejar que esto nos pase. Creo que puede ser como fumar en un polvorín. Es preocupante este ascenso del fascismo en toda España, pero alguien me dijo una vez que lo que ocurría en Andalucía acababa por serlo en todos los rincones de España. Y en Catalunya es doblemente preocupante que esto ocurra. Debemos conseguir que el coronavirus no secuestre el voto de izquierdas para que lo aproveche la derecha. Así lo creo. Yo iré a votar, aunque tenga que madrugar, y me pondré la mascarilla sin reparos. Que no os secuestren la papeleta digna.

El momento de la medicación es ganar y perder una gran batalla. Se te abre la boca sin querer, y se sabe, porque se sabe, que en boca cerrada no entran moscas. Mi mosca no está en la oreja, ni en la tele, la mía está empezando al despertar, al mediodía y en la noche. Yo no nací con esa química que tienen la mayoría de los cerebros y el mío no la segrega. Llevadme al patíbulo o al garrote, ¿será que mi cerebro esperaba otra cosa de la madurez? ¿Será que mi cerebro segrega aquello que no tendría que segregar? La verdad es que no me preocupan demasiado los flujos que deba segregar mi cabeza. Lo que me preocupa en realidad es la reacción de la gente cuando dices las palabras mágicas. Cuando las digo siempre acuden a mí varios problemas. Por ejemplo, me declaro inútil para la vida pero la gente no te deja ser inútil, te tacha como un muerto más en una fotografía de la mili. Te declara inútil pero luego se cuestiona: ¿matará a su madre? ¿Se pondrá con un cuchillo a matar a diestro y siniestro al personal? Otros opinarán: ¡cogedlo, que no escape! Y no tiene escapatoria no. Se acuerda de Houdini, se acuerda del canario mixto que se le escapó a su madre, se acuerda y se acuerda, y no deja de acordarse. ¿Por qué los castrados tienen esa apariencia de monstruos si ni siquiera son Calígula on The Rocks? Se me parte el alma cuando veo a gente tan válida como yo que la declaran inútil porque no se socializan. Qué suerte tengo Papá y Mamá, no habéis encerrado a vuestro hijo jamás. El momento de la medicación es siempre una orgía de química y esperanzas que no tienen cuestionamiento alguno, se te nota sedado y punto, pero ese es otro cantar. Los locos solemos decir que no se puede ser bueno. Y sin embargo, sabemos que esa es la única solución, ser bueno, hacer bondad, portarse bien. Por eso el momento de la medicación. El momento más obsceno para la naturaleza que deja de estar presente, en las carreteras, en las ciudades, y ahora el coronavirus, en fin, más psicosis a la psicosis. Más cobayas que sacrificar, más exterminio de cariños y calores, más poesía como medicamento, le dices al pensamiento: quítate que pongo otro.
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Debido a la alerta roja por COVID-19 que padecemos todos hace un par de días me visité con mi doctor por videoconferencia. Ya es la segunda vez que lo hago, la primera vez me gustó, pero esta vez me ha dejado un mal sabor de boca. No por nada referente a la visita. Todo muy cómodo y muy placentero, con mi café y fumando en una visita médica, todo un lujo. Pero la visita en sí me ha parecido fría. Como poco humanizada. No es que el doctor haya sido un bárbaro y haya estado frío, sino el modo en que ha transcurrido la charla ha sido como ver al doctor lejano y un tanto indiferente, como si no lo palpara. Ha sido como tener algo a tu lado que no está al cien por cien. Considero que fue la entrevista tan fría que le he llegado a decir que “así no”. Las visitas por videoconferencia están siendo muy habituales en el tema sanitario, también en el bancario. Yo no las concibo bien, pues parece que esté hablando para mí solo. Está escasa de certezas, sí certeza es una visita al médico presencial, yo esta la he encontrado vacía, repleta de incertidumbres, es más, hasta con cierta sensación de desamparo. Yo no es que tenga una fe ciega hacia los doctores (algunos), pero esta visita me ha parecido yerma a sabiendas de que he estado con todas las comodidades que te proporciona el hogar. Con decir que prefiero la mascarilla aunque un trato presencial. Me ha dicho una cosa que he flipado en colores. La otra vez que me visité de manera presencial le di un ejemplar de mi nuevo poemario publicado y me ha dicho que tenía el libro en la mesita de noche de su casa. Por supuesto que no me lo he creído, pecaría de ingenuo si me lo creyera. Yo creo, en realidad, que sí se lo ha leído, aunque no tiene demasiado fuelle de lector de poesía. Yo creo que lo ha dicho para quedar bien porque creo que la videoconferencia proporciona cierta seguridad a los individuos que la llevan a cabo. Pero a mí me ha parecido, puede parecer luser, como hablar con la televisión. Ha sido una experiencia fría, improductiva, estéril. Ha sido tan superflua que tengo cierto trauma que remediaré acudiendo al psiquiatra.

Los egoístas se alejarán de ti porque te encuentran tóxico. Los envidiosos verán tus faltas pero nunca sus errores. Los benevolentes creerán que su bondad está por encima de tu luz. Los que te censuran, o te envidian, o quieren hacerte perder los estribos, pero jamás podrán acallar tus náuseas hacia ellos. Los que no quieren oírte te llamarán resentido. Los resentidos jamás perdonarán tus errores. Quienes hablan de ti mal en público es que te tienen presente cuando están en soledad. La soledad es cosa para elegidos. No todos aceptan la soledad y los que no la aceptan tienen pocas luces en sus sombras. Te condenarán al ostracismo como instrumento de su venganza. Te llamarán loco los desequilibrados y se reirán de tu torpeza a carcajadas solamente los malvados. Los manejables siempre quieren ser varias cosas aunque, a decir verdad, sólo serán manipulables. Los incorruptibles se merecen la admiración, los corruptos se merecen gritar desde el pozo. Nunca un error fue tantas veces cometido por los hombres como la vanidad. La justicia jamás será para el que la pide, solamente será del que la paga. La literatura ha retratado a la humanidad a través de la imaginación, el cine es la acuarela del sueño. Delante de tu familia te tratarán con amor, cuando ellos faltan te desnudarán frente al odio. Así es el mundo, amigos míos, una mentira disfrazada por una gran verdad, una verdad que jamás pensó ser gran verdad, una mentira para los niños, y la infamia para el adulto, para el anciano es la realidad del mundo. Nunca digas lo que otros dijeron, y si lo dices, que sea con diferentes palabras, tal cual un disfraz para todos y para nadie. A mayor es el volumen de su voz cuando dialoga menor es el grado de sabiduría.