Capplannetta y el señorío de Bidaxune
Posted on 22:30
Sin duda no me queda otra que enfrascarme en la lectura, tengo ganas de reseñar, de ser un lector no sólo de Twitter y algunos blogs. Cuando se lo he dicho a mi amigo, el Señor de Bidaxune, me contesta con mucha gracia: -Eso te lo vengo diciendo desde que Nerón quemó Roma. Es un tipo salado y formidable, aunque él no es muy dado en las charlas telefónicas, ha habido charlas entre él y yo de una hora y algo más lo máximo. Es imparable cuando se inspira. Recomiendo encarecidamente su blog cuaderno de Bidaxune
Es un blog muy interesante donde aquel que quiera hacer un viaje en palabras por Bilbao lo puede leer. Además de saber sobre Bilbao es un lector avezado. Es un gran amigo, justo, sosegado y sabe mucho de política, con él puedes aprender infinidad de cosas. Tener un amigo así es algo valioso, quisiera un día visitarle y que me hable de su Bilbao, ya que es bilbaíno de nacimiento. Aquel que da la vida por un amigo entrega no sólo su corazón, sino que es el acto más sagrado de la cristiandad. Debo de decir que nunca lo he visto enfadado. Lo he visto en situaciones que no merece pero la gente a veces es mala. Lo echo de menos por aquí por Barcelona, porque él siempre ha vivido en Barcelona como en una ciudad de paso. Es un chaval viajado y no sólo por España. Se le da muy bien la prosa y lee muchísimo, yo quisiera tener su receptiva y el conocimiento del Mar navegando entre bites. Es el capitán de Nevando en la Guinea, yo bromeando, le digo que soy el contramaestre y Juliana Mbengono es la jefa de máquinas. Esa es la mejor tripulación que se puede tener, ya que manejan el mar bravo con gran perspicacia y astucia. Si yo no estuviera enfermo quisiera ser mejor amigo del Señor de Bidaxune. Ser nada vanidoso es una virtud que él cubre de sobra. Un gran amigo como pocos, a veces le digo: -¿Este número cómo será? De la revista me refiero, y él siempre con su cautela habitual. Desde aquí le pido disculpas por si lo llamo a menudo, y es porque los amigos de mi barrio ésta vocación de las letras la ven un coñazo, pero a mí me gusta. Ahora no leo apenas pero estoy retomando viejas y nuevas lecturas atrayentes.