Capplannetta y las mujeres
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En este post, si fuera un post cualquiera, sería un post que uniéndose tópico tras tópico como en una cadena ensalzaría a la mujer de una manera estandarizada, pero no, este post podría ser un tópico diciendo aquello de en mi casa tengo abuela, madre y hermana, y alargando el tópico podríamos argumentar extensiblemente a hijas y sobrinas. Pero no, yo voy más allá de todo eso. Las mujeres son el beso primero y último y más allá cruzamos todos los besos que nos han dado en entremedio. Las mujeres no sólo son besos, son sonrisas, ternura, las alegrías vienen todas solapadas de sus risas y sus reuniones. Cuidan de nuestros hijos, aunque eso sea una tarea que muy bien pueden hacer los hombres. Que las tareas del hogar sean compartidas es una cosa de la que se habla mucho. Pero mejor sería arremangarse ante una realidad social que a lo largo de los años han marcado, que no logrado, cierto criterio con tanta razón que crea miedo en los hombres machistas, y no soy menos hombre por hacer tareas que son obligadas, a propósito de excusas machistas que vienen dadas desde un tiempo lejano hacia la actualidad. Una peluquería de señoras es un club social registrado en el ayuntamiento de las localidades como peluquería femenina, o unisex, pero para mí entendimiento una peluquería es algo por lo que se define el feminismo, mucho más que el machismo en una barbería. Las mujeres son tan importantes que el hecho de que se les dé un día festivo como el de hoy, o el hecho de que puedan reivindicar su feminismo en pro de una igualdad merecida es más que una lucha centenaria. Cuando las mujeres cantan, cuando se entregan a un hombre, cuando paren a un hijo están haciendo algo digno de la consagración por el bien de la humanidad. Una mujer es sagrada, y que no se diga por decir, ya que una mujer cuando da a luz es doblemente sagrada. El hecho de que reivindiquen desde cualquier parcela feminista su posición frente a la vida están dando un grito ante una multitud cínica que olvida. Ya que una mujer es parte de todo lo que el hombre puede llegar a ser, y no al revés, un hombre solo puede ser parte del triunfo de una mujer cuando ambos están al mismo nivel de igualdad.