Capplannetta y el infierno interior

Posted on 15:45



Al llegar al Perú un 09-01-2004 me esperaba una mujer con mucha iniciativa. Al casarme dije en público que me había sacado de la oscuridad. Y verdaderamente fue así. Cuando viví con ella en El Callao me animó a que dejara el Tranxilium 50 mg. Lo tomaba desde hacía años. Y como estaba tan alegre en esos días me animé a dejarlo. Se acabaron mis tres meses de estancia en Perú y logré bajar la dosis de 50 mg. a 25 mg. cuando regresé a Barcelona. Después vivimos un año en casa de mis padres y allí pude dejarlo paulatinamente. Estaba muy enamorado y creo en eso que dicen de que el amor todo lo puede. Mientras hice la cura para deshabituarme del Tranxilium 50 mg. allí en Perú todo era alegría y no me costó demasiado esfuerzo. Pero una vez llegados a Barcelona comenzaron mis malestares provocados por mí síndrome de abstinencia. Estuve viviendo un pequeño infierno interior, y salpicó a quien más cerca tenía, que era mi exmujer. Esas y otras cicatrices fueron las particularidades del principio y el fin de mi matrimonio. Debo decir que el hecho de ser un politoxicómano me ha arrebatado muchas grandes y pequeñas cosas que en esos momentos de adicción y toxicidad no lograba ver. Las drogas, tanto las socialmente aceptadas, como las prohibidas por la ley, no son nada buenas, ya que pierdes muchas cosas en el camino. Eso no es vida. Ahora estoy dejando un fármaco que hacía mucho tiempo que tomaba, y tengo mi particular infierno interior. Pero tengo que conseguirlo. Ahora estoy solo y no estoy enamorado pero sé que lo conseguiré. Los efectos de este infierno interior son cansancio y distorsión del equilibrio psicológico. Algunos temblores y sientes una necesidad llamando desde las entrañas. Es la llamada de la dosis diaria. 

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