Capplannetta se dice
Posted on 14:46
…Y me digo cien veces, mil, dos mil, que este miedo a mí mismo pasará, como una tormenta de verano, como la rabia de un muchacho de extrarradio, como el olor impregnado en una prenda…se evaporará. Porque yo no le hago daño a nadie, no me meto en las vidas ajenas, no presumo de tener familia en sus cabales, no me digo esta casa es tuya…aprovéchala. Para mí vivir es otra cosa. No tengo coche de alta gama, tengo libros, tengo maneras de vivir, mini bar de etiquetas frente al vidrio, vino blanco, pues echo de menos a mi tío. Con él bebíamos en mi casa nueve o diez botellas de vino, y no nos emborrachábamos. Nos daba euforia y hablábamos sin parar. Ahora no está el Tite, ahora son otras las circunstancias, ahora es otro el escenario, quizá otra obra de teatro, quizá una película que diga cualquier cosa, quizá contar en negro sobre blanco los pormenores de un trauma infantil. Pero siendo sincero, no me apetece nada salir, no quiero sentirme fuera de este mundo. El otro día me dio mi sobrino un beso, un beso, ese día fue un gran día, ya comprendo que lo que le ocurría era que no me tenía confianza. Me veía poco. Me digo a mí mismo…tranquilo que esta crisis pasará, como pasan todas, me vacunaré y pronto podremos ir todos sin mascarilla. Es horrible. Las enfermeras que vienen a casa me lo dicen, ni ellas se acostumbran. En fin, me digo todas estas cosas porque las sombras han invadido mi hogar. Solamente los recuerdos, los fantasmas del pasado. Drogadicto de trastienda he sido, y he visto cosas peores abalanzarse sobre mi alma feble. He visto cosas horribles, en aquellos momentos reía. Ahora no me hacen ni pizca de gracia, sin duda he cambiado, no sé.