Comentario de Susi Underground
Posted on 22:18
Toda novela cuenta
cosas que suceden, y la tuya también. Pero hay un hilo conductor, y en tu Cibernética
esperanza se ve un interés por dejar claro que una persona que no es como
las demás, no está loca. Te acusas de haber causado sufrimiento a tu familia,
de ser un golfo, de vivir al margen de la norma, pero me parece que no es más
que un juego para que las instituciones que velan por la uniformidad te dejen
un poco en paz, seguirles el rollo a cambio de un poco de tranquilidad,
por así decir.
“Ser sin nombrar,
Ser sin nombre
Ser un hombre, Ser
sin más”
Has transigido con
entrar en sus exigencias, pero no te has entregado, ahí está Capplannetta
para decirle a Cecilio las cosas que no quiere escuchar, lo bueno es que, al
final, ambos se llevan bien, siguen siendo amigos, aunque de vez en cuando se
peleen. Capplannetta sabe que esa esquizofrenia diagnosticada no es suya,
es la de una sociedad que no quiere reconocer que se basa en un desequilibrio
mental normalizado y se defiende atacando a quienes la dejan en evidencia:
“Los héroes llevan
barba y fuman puros,
y los villanos se
reúnen de tres en tres.
Se esconde la
basura bajo la alfombra
y en África y en
América extinguen al hombre libre.
El frío
capitalismo es un huevo frito,
es una yema para
los ricos
y una clara para
los pobres,
pero los
psicoanalistas hacen su agosto
entre el péndulo y
el diván.”
En “Tarde en que
llegamos tarde” está implícito que toda situación tiene un precedente, un
momento en el que, de pequeños, entendemos la tristeza de un mundo sin amor, y
esa perspectiva nos cambia para siempre. La soledad es el precio a pagar, pero
se paga, como todas las deudas, porque siempre nos morimos solos, así que qué
más da.
Es una novela que
parece fácil, pero tiene tantos niveles como este mundo tan extraño que a veces
cuesta comprender. Me ha gustado: me ha puesto triste, me ha hecho reír, me ha hecho
pensar. No se le puede pedir más a un escritor.