El mal aliento

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El mal aliento es tan fiel que hace acto de presencia cuando comes carne, cuando bebes güisqui, bourbon o fumas tabaco negro, también rubio. El mal aliento en las distancias cortas es cuando hace su aparente presencia molesta. El mal aliento persiste cuando te levantas después de haber dormido, si no te lavas los dientes, la halitosis es tan obstinada que te persigue en las borracheras, en la drogadicción, tras la siesta y en la carne blanca huele distinto el mal aliento que al comer carnes rojas. Ser vegano también causa mal aliento. Todo lo que tenga que ver con el hecho de alimentarse crea mal aliento. Hay gente que se tapa la boca, las medicinas también causan mal aliento. El mal aliento es tan fidedigno que todos tenemos, unos más y otros menos un aliento bueno cuando tenemos limpia la boca, y pésimo cuando nos levantamos. Los leones, los lobos, las hienas y los perros tienen halitosis extrema. Existe un vínculo entre el mal aliento de persona aseada y que se lava los dientes y la halitosis producida por la farmacopea, aunque el mal aliento más numeroso sea el olor a caca. Es tan estúpido culpar o delatar a alguien que le huele el aliento, que es una persona que no asume su autoengaño a sí misma. Perfumarte el aliento es primordial cuando se pretende echar un polvo. Pero repele a todo aquel que no mantenga una distancia de seguridad a prueba de malos olores sobre todo en las distancias cortas. El mal aliento acompleja, ridiculiza, y crea rechazo. También se da en casos de coprofagia y comer marisco enlatado. El mal aliento, ni aunque te laves la boca después de comer, hace siempre acto de presencia ya que las personas nos declaramos animales pensantes. Pueden utilizarlo en tu contra como arma arrojadiza. El mal aliento proviene de la lengua. Creer que el mal aliento es por el estómago o las tripas que almacenan los restos fecales es un error. El mal aliento es tan pertinaz, tan molesto y tan normal que mienten ese tipo de gente que ostenta con tener aliento de menta fresca. Porque cuando te lavas los dientes y te los enjuagas con enjuage sí que huele a menta fresca. Pero se evapora ya que la saliva también segrega toxicidades y putrefacción. Decir que no te huele el aliento alguna vez en la vida es tan falso como decir que microorganismos, carnes y bebidas alcohólicas junto con el tabaco hacen rehuir a los besos en la boca. Un buen aliento a muchos les obsesiona. Y un mal aliento los acobarda. El mal aliento es la solitaria sombra de la alimentación. El sexo sin ser animal no es sexo sin bajos instintos que delatan un aliento maloliente. Pero lo mejor es el enjuage vocal. A lo largo de la vida todos visitamos el mal aliento más de una vez. El mal aliento es la causa de divorcios y uno de los reproches para que un matrimonio duerma en camas separadas. Demasiadamente humano. Demasiadamente animal. 


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