
Yo nací en Abril y sé, por demás yo sé, que las cigüeñas no vienen de Paris, mucho menos de Berlín, tampoco de Madrid. Poco importan las cigüeñas si lo que interesa es la sagrada matriz. La matriz que nos alienta a vivir y donde parte la raíz desde el ombligo de una madre al parir. Yo necesitaba mi Abril, en la víspera de Walpurgis yo nací, siempre fui niño y adolescente feliz. A los pecados de la vida sucumbí, entre los perdones del señor yo me hice hombre y crecí entre flor del almendro, azahar del naranjo, y del olivo raíz. Guardo el sabor de regaliz allí en mi infancia, como un recuerdo que me hace revivir y recordar donde y para qué nací. Me gusta el día ocho, también el catorce, me atrae el veintisiete, siempre, y digo siempre, en Abril. Lloro la oscuridad horrible de Abu Ghraib. Muero aunque quisiera reír. Pues a la vez que recuerdo los silencios de la flor de Lis, el aroma del jazmín, la hojarasca del otoño, el perejil y el ají, pienso en lugares donde yo quisiera existir. Quiero volver por un segundo allí donde nací. Y ver brotar el diverso tapiz, con pavos reales, guacamayos, chamarines, un colorín y una perdiz. Y olvidar el día gris que yo te vi partir. Quisiera, otra vez quisiera, para siempre nacer en Abril. Y no pensar en una infancia en la que fui feliz. Mi tesoro es la flor de Abril, sarmiento que fecunda en el huerto de mi padre Fermin, en una senda donde florece el jardín, entre regazo y termómetro, de este lapso total y febril. Abril, Abril, siempre Abril, donde nacen las pasiones, los colores, intenso Abril. Donde Sevilla es verdadera, donde la paz es duradera, así es Abril.
Posted on 9:53

La psicología humana es un enigma. El cuerpo humano también lo es, pero la psique es ese punto del enigma del que no se tiene ninguna certeza y todo son cavilaciones en pos de aclarar tales enigmas. El momento y el hecho más temido por el hombre es la soledad, y la soledad puede verse trazada por distintas maneras de psicología, puede incluso ser un bálsamo reconstituyente o una esclavitud de la que no percibimos nuestras alas hasta que nos acostumbramos a ella. Hoy día la soledad es el estado anímico del que muchos huyen y otros van en su busca. Mientras hay soledad todo empieza teniendo sentido, pero el ser humano es gregario por naturaleza. Es parte de nuestra peculiar psique. Tememos a la soledad porque no la llenamos de pequeños placeres, la llenamos de hastío y momentos de vacío emocional. La religión es el sustitutivo de la soledad y pedimos misericordia y conmiseración como conductas de nuestra difícil existencia. La existencia al vernos solos se convierte en tedio y estar solos en compañía de alguien es la mayor de las soledades. Porque es doblemente soledad. Una soledad con el sustrato de insatisfacción acompañados por presencias que nos vacían más el alma que lo que nos llena, ¿y eso es una debilidad nuestra o una seña de la compañía que tenemos? La mayor soledad y la más evidente es que, queramos o no, morimos solos. Aunque estés en compañía el proceso de óbito es un hecho de total soledad del que no podemos eludir el aberrante espectro de desconexión de los sentidos paulatinamente a la vez que vamos dejando una materia para trasformarnos en otra. Es enigmática la vida, es enigmática la psique, y también debe serlo la muerte. Hay un momento por el que cruzamos los seres humanos. La soledad al trasmutar lo evidente.
Posted on 8:30

Los desnudos en la Tierra no veas la que tienen montada. No tienen ningún pudor en mostrar sus vergüenzas. No importa ser tímido, tampoco importa enseñar sus virtudes y sus carencias. Los desnudos son la mayoría del mundo y están enraizados entre siembras. Salen por las calles algunos con el corazón temblando, otros van a pecho abierto aunque tengan fofas las carnes y vacías las apetencias. Los desnudos son de la estirpe más antigua que conoce la naturaleza. Los desnudos se abrochan el alma con cremallera, y algunos tienen la voz muy baja y otros malas ideas. Los desnudos lo ven todo lejos y cerca, los desnudos tienen cansada el alma de repetir cantinelas. Los desnudos dicen a veces yo no he sido y otras veces hacen suya la desavenencia. Los desnudos desnudan su hogar de puertas adentro, otros todavía no conocen lo que se prohíbe en cada tregua. Los desnudos no quieren, no, no quieren miedo, ni ansiedad ni guerra. Aborrecen el insulto, aborrecen lo que les increpa, desnudos y todo saben como volver de regreso a la vuelta. Los desnudos son la gran evidencia, son la convalecencia, son la benevolencia. Es hermosa la desnudez de la Tierra. Porque desnudarse es no vestirse ni con la lengua ni con la prenda. Los desnudos se hacen hombres con antelación de la cuenta. Los desnudos ven con paciencia y otras veces se desesperan. Desnudos del mundo, moved las columnas y las rotas vértebras. Se ven las carnes lesas entre el bochorno y aprenden lo que no explica la ciencia. Los desnudos ya no se vestirán nunca más y bostezarán ante cargos de conciencia. Ellos lo tienen claro, la vida es carnaval y una fiesta. Los desnudos se aposentan entre noches y soles, entre arrepentimientos y la sangre que les grita dentro de sus venas. Tranquilos hermanas y hermanos, que la desnudez no entiende de estratagemas. Estás desnudo, eso sí, pero no debes sentir vergüenza ajena. La desnudez es una sombra de la nada, como los pueblos, las flores y las bestias. La desnudez se viste de seda natural, se mimetiza con la noche esbelta, crece de males cuando al lobo malo alimentas. Estar desnudo no es malo, no es mala la inocencia, lo malo es perder la cabeza, no es malo lo que se deja entrever en las gargantas abiertas. Los desnudos se enfrentan a su día y a su noche. Son poética de la pureza y son riqueza y son pobreza. Los desnudos se desarropan con controversia, y en la botánica perciben la senda de la variedad del secreto de las arboledas. Guardan fidelidad a la lealtad y a la coherencia. Guardan desnudez sin precio y sin estar a la venta. La desnudez del cielo se abre y también se cierra. Es hermoso estar desnudo cuando no hay miedo ni violencia. Las ventanas y las puertas dejan pasar la verdad verdadera, se esconde la mañana hasta que llegue su primavera. La desnudez sabe de jóvenes ensoñaciones fecundas, diversas.
Posted on 0:30

No quiero quedarme ciego porque ya soy lo suficiente ciego para no ver lo que miran tus ojos. No ser más ciego. Ni siquiera lo necesario. Ser ciego es no ver, es no ver lo que la vida muestra. Quiero hacer un brindis por lo evidente. Por la claridad en lo oscuro. Quisiera verte como el que ve todas las cosas asidas por la vida alucinante. Quisiera no ser ciego, pues mi ceguera empieza por las cosas que tú ves. Ser ciego como Borges, oh, no. Qué desgracia. Por los libros que me quedan por leer, por descubrir, por degustar. Quisiera ser tus ojos que te guían y no guiarme palpando paredes, sorteando bordillos, sin poder mirar como se debe mirar. Quisiera ver la velocidad del mundo. Leerme, leerte, cantarte al oído y que me escuches con los ojos del corazón. Poder mirarte y ver lo que es preciso ver. Sentir lo que es sentido. Quisiera no ser más ciego de lo que ya soy. La ceguera son tigres y son amarillas flores abiertas. Quisiera mirarte para verte como todos aquellos que te ven. Nunca he visto el mundo por dentro. Siempre lo he visto de manera superficial. No suelo ir a las revisiones de retinología. Si me quedara ciego me vería cegueramente apartado del mundo. Quisiera verte día y noche. Quiero verte por razones obvias. No sería feliz porque un bastón es dar palos de ciego. Mi ceguera es la tuya abarcándolo todo. Es un momento de ceguera no ver esas cosas que te están mirando. Es ceguera no poder ver la belleza. La raíz de los corazones. La palabra escrita. La evidente manera de observar lo que vale la pena ver. Poder ver es un milagro. Tener la certeza de poder ver aquello que nos está mirando.
Averiguar el ingrediente rejuvenecedor de la baba de caracol. Conocer las constelaciones y los astros en los mapas de astronomía. Equivocarme, una, cien, mil, diez mil, millones, y encontrar la verdad tan cerca en Google o en la ignorancia de los neófitos. Descubrir que algunos medios se hartan de mentir, y otros de maquillar la verdad, y otros trabajan con el plato frío de la demagogia. Rectificar es de sabios, se suele decir, pero errar y errar siempre en los momentos de máxima idiotez, es para el idiota la virtud del verbolario y la carencia de inteligencia del que cree tener la verdad exclusiva. Soy esclavo presidiario, y mi celda es roer el hueso como perros en coloquio, como la flor fecunda del soliloquio. No llegaré a nada porque siempre me quedé a las puertas de septiembre. No soy erudito, ni intelectual ni siquiera un buen poeta. Soy un chaval robado por la calle. Un abandonado del que se preocupan sus padres. Sé que nada sé, que no guardo conocimientos ni misterios con cautela. Tal vez pierda todas las batallas, y puedo decir que me quisieron mujeres hermosas. Pero la vida es una sucesión de ciclos. Yo estoy inmóvil en la sofisticada crítica al mal gusto y a la ceguera estética. Ellos creen tener el don de la palabra. Pero es la palabra la que les domina a ellos. La vida es un misterio y un estanque de nenúfares. La vida es una mujer bella, la última morada es la mejor de todas las putas. La más puta. ¿Porque a caso no sabes que tus fotos tienen un misterio que yo sólo sé? Quisiera escaparme de esta pura formalidad. Quisiera eyacular la realidad de mi semen en la canción aparte de los que soñamos con sexo.
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He luchado pese a mis límites y, mis emociones que cruzan fronteras, con el aspecto idiota de la fotografía. Grabar un vídeo de un concierto en lugar de disfrutarlo y vivirlo. Fotografiar estatuas, monumentos y lugares es algo estúpido, ya que te impiden el disfrute y el ocioso deambular, por ejemplo, en un país extranjero. Nunca pretendí ser protagonista, ni siquiera de mi vida, pero ego no tengo demasiado. Lo que sí tengo es vergüenza y altruismo con mis cosas. En esto de la fotografía digital hay aficionados que hacen buenas fotos. Pero la fotografía única está aún por elaborarse. Fotografiar en el zoológico, en una multitud de personas, fotografiar a la gente sin permiso. Prefiero la fotografía llamada selfie. Me encanta sonreír cuando me fotografían. Pero lo que más me importa es el resultado final. Desde el procesador de imágenes se pueden hacer buenas fotos. Pero lo mejor es cuando haces acopio de fotografías de otros para crear tu propia fotografía. Apropiacionismo lo llaman. Cada mixtura es una postura. La mejor fotografía está todavía por llegar. Colecciono cryptoarte, y colecciono todo tipo de imágenes que valgan la pena guardar. Pero no cobro por ello. Me gusta el resultado final. No valgo para fotografiar con la cámara, tampoco sé dibujar, por eso mi impronta a la hora de realizar una mixtura, como yo las llamo, limpias y nítidas. Confirman que el momento de realización es sagrado. Las vueltas que tienes que dar cámara en ristre para hacer una buena foto. Lo peculiar de la fotografía es que hay distintas sensibilidades frente a una mixtura. Yo prefiero cruzar fronteras, fotografiar la esencia de las personas. La esencia de las personas es su naturalidad. Cuando haces una fotografía estás mostrando una ilusión nueva. Es increíble el arte. Las artes mayores son la poesía, la música, el cine e imaginar.

Muchas veces me digo, quizá demasiadas, ¿en qué lío me he metido? La literatura tiene tres posiciones para llevarla a cabo. Una, como lector, otra, como escritor, y la última, como escritor y lector. Muchas veces pienso que no tiene ningún sentido escribir, pero empecé por el flamenco a escribir poesía, después como manera de evadirme, y por último, por el hecho de la necesidad de expresarme. Pero en este mundillo hay envidias, hay poco riesgo en el mundo editorial, y bueno, llegar a ser un buen escritor no es algo que sea posible de la noche a la mañana. Decirme a mí mismo que en qué lío me he metido es como un arrepentimiento con la boca chica. Me gusta escribir, pero ¿hasta qué punto al alza o a la baja se sustenta de satisfacciones? Son todo desengaños. Y no quiero decir que escriba mal, que no lo digo por mí, lo digo por esos escritores o poetas que no se rinden en la vida. Escribir es un acto difícil, por eso me pregunto ¿qué consigo yo con esto? No me echo nada al bolsillo, pero me encanta ser leído. El caso es que mi vida sin la escritura y la lectura no sería la misma. A través de la literatura escapé de pozos y campos minados. La literatura, la música y el cine son mis deleites. Me gusta lo que hago sea bueno o malo, también en el tema gráfico hago mis labores. Soy un artista de la imagen y las palabras. Los libros son importantes, mejor decir prioritarios. Los libros te abren la mente siempre. Y cuando estás leyendo entras en un magnetismo de simbiosis en conexión con el autor o el lector. Esos son los dos lados que se entienden en la literatura.

Hace poco mandé a una editorial de poesía un poemario. Su contestación fue la siguiente: —Lo sentimos pero su poesía no encaja en nuestro catálogo. Y yo me pregunto: —No encaja mi poesía ni encaja mi manera de pensar ni encajo yo. No voy de víctima pero gracias a que he abierto los ojos no necesito encajar en ningún catálogo de poetas ditirambos y poetas feministas. Puedo encajar los golpes. Estoy acostumbrado a las negativas editoriales. Hay poemarios buenos que son publicados por ganar un premio, pero también está el nepotismo rastrero. Yo no encajo en los catálogos poéticos, tampoco encaja lo que digo, y en definitiva, no encajo yo en ninguna parte. Maldito serás en las calles, maldito serás cuando entres y maldito serás cuando salgas. Malditas serán tus rimas y malditos serán tus actos de buena fe. Mañana es Sant Jordi, y tampoco encajo en las casetas para vender libros. Soy un poeta, malo o peor, pero lo que no soy es un mercachifle. Yo encajo los golpes. Asimilo el poco riesgo de las editoriales. Pero desde un tiempo en adelante, cuando pase toda esta mierda de Sant Jordi yo seguiré sin encajar. Ahora no encajo, pero quizá en otros lugares sí encaje como una pieza de puzzle. No tengo muchos amigos escritores, sólo uno, me basta con él, y también está Juliana, que es muy buena chica. Pero lo que me disgusta es el poco valor que tiene lo que escribo y después se publique bajo el gran nepotismo de colegueo y chovinismo cutre. Algún día encajaré en algún lugar del mundo, el mundo es un grano en el espacio, pero hay lectores que siguen tus textos, está el tiempo que pone a muchos en su sitio. Y el azar es un fantástico ordenador.

Normalmente hay antiguas novias y amigos despechados. Cuando te ven en plena decadencia gozan con tu derrota física y psicológica. No quiero parecer un resentido, pero la verdadera patria de los olvidados es que empiezan a ver tu suerte a la baja. Por ejemplo, es Sant Jordi de este año yo no venderé mis libros en una caseta, ni tampoco hago presentaciones. Tengo motivos para pensar de que no quiero poner a la gente en compromisos. Eso, y mi miedo escénico me apartan de recitales y demás actos literarios. Antes no tenía miedo al público, pero ahora sí lo tengo. Es cuestión de mi timidez absoluta. Quisiera vender este Sant Jordi algún libro he donado a bibliotecas de Sabadell, cinco de cada uno. Uno es cibernética esperanza y el otro es Prosimetrap. La literatura es muy difícil. Hay quienes se empeñan en escribir como evasión. Pero lo cierto es que hay demasiados poetas y escritores. Incluso demasiados libros. Yo de momento estoy feliz con mi vida de poeta. Ser poeta no es coser y cantar, ser poeta, tanto en una mujer o un hombre es una labor muy trabajosa. Pero si te gusta escribir, hazlo. No lo hagas por dinero, ni por tener tu momento de gloria, porque está comprobado que la gloria es efímera. Pero yo no creo que llegue lejos en la poesía. Soy una especie de poeta que rima y la rima está muy mal vista. Pero bueno, yo seguiré rimando. Tanto en PROSIMETRUM o en verso. Me fascina la parte libertaria de lo que se escribe. La palabra si es mejor que el silencio vale la pena. Pero estamos en un momento de decadencia. Escribir por escribir no lleva a buen puerto. Espero vender libros en Sant Jordi. No para ganar dinero, sino para que me lean. Esa es mi idea de poesía.
Posted on 2:40

Prosimetrap es un poemario que parte desde la coherencia y tiene su trazo en un estilo poético que está en desuso aquí en España. Pero tiene su semilla en la poesía italiana. PROSIMETRUM es el estilo poético utilizado. Y traducido del latín al castellano lo podríamos traducir como prosa poética, pero es más que eso. Es una manera de sentir. Se rima en serventesio, en décimas y también poesía en prosa. A modo de breve relato. O relato poético, mejor decir. Es poesía con una métrica sin ser métrica, sé que esto es contradictorio, pero es prosa, una prosa sin límite ni métrica de ningún tipo. La idea de Prosimetrap me viene de hace años. Empecé a usar el PROSIMETRUM de manera inocente. Sin conocer que era un estilo poético. Fue primer encuentro en un poemario llamado Rima-Pop, que es un cancionero. Escribí un poema en PROSIMETRUM no demasiado extenso y llamado España, país de picaresca. Y me dio buen resultado. Fue mucho tiempo después que manteniendo una correspondencia electrónica con un poeta amigo, Manuel Lacarta, me dijo que aquello que yo había escrito se llamaba PROSIMETRUM. Y de ahí y del Movimiento artístico multidisciplinar Aftertrap lo titulé de la manera que pueden ver. Es importante decir que la segunda parte es un poemario de versos blancos o no rimados, y prosa poética. Les invito a que lo lean y lo disfruten. Pronto será 23 de abril y si quieren regalar para Sant Jordi un libro inusual aquí en España acérquense a Prosimetrap. Es un libro completo. No les dejará indiferentes. Es un poemario trabajado con sumo cuidado, y es una nueva manera de hacer poesía en España con musicalidad definida y sentido de la elegancia en el lenguaje. Está dedicado a niños mayores de edad.

Sí, soy ya un viejo. Pronto cumpliré 49 años y he vivido tan deprisa mediante la velocidad azul que ya he sentado la cabeza. Me alejé de las calles. Me propuse no salir, la calle es la mórbida flema del asco. Vivir he vivido. Pero ahora quiero vivir tranquilo. En soledad pero tranquilo. No busco la soledad por cuestiones antisociales. La busco porque me he acabado desengañando de que todo es siempre lo mismo. Que la juventud es empezar por el postre, al principio tienes amigos y todo el mundo te quiere. Pero pasan los años y te das cuenta quienes valen la pena y quienes no. Sobre lo de viejo prematuro es una exageración, lo verdadero es que la vida pasa deprisa aunque se haga largo el tiempo en las salas de espera. Solo estoy sí, pero tengo una dignidad a prueba de bomba. Al igual que nadie te puede ayudar, yo tampoco estoy capacitado. Pero si no lo intentamos nunca sabremos lo que nos depara el destino. Quizá nuevas amistades. Quizá amores inolvidables, tal vez todo lo contrario. Soledad y más soledad. La única riqueza que tienes es lo que aprendes a diario. La familia, los amigos que valen la pena, todo eso es riqueza. No tengo aires de grandeza. Soy un cazador de imágenes en Internet con las que hago mis mixturas. He sido publicado en Venezuela con mi Cuaderno de Píxel que de Internet surgió y en Internet de manera gratuita lo devolví. Es mejor luchar por algo en la vida antes que vivir de ilusiones. La ilusión es un momento. Pero la lucha es darle, darle y darle fuego a las pasiones y sangre fría a los miedos. Yo he llegado a un punto en el que cuando menos moleste mejor. Por eso la soledad. Pero la soledad de ahora no es la misma que la de antaño. Antes valía la pena socializarse y confraternizar con la buena gente, pero ya es tarde. He vivido mi juventud deprisa. No estoy muerto de milagro. Y no soy un erudito, o un intelectual, o un pedante. Estoy solo pero no busco compañía. Busco la felicidad, que no existe, pero sí existe la plenitud. El hecho de estar vacío es el peor de los sentimientos. La realidad te empuja y sin escribir con miedo todo va sobre ruedas. La aventura de vivir es lo mejor.

En el 2002 conocí a una chica prepotente y altanera que no me llegó a entender. Pero gracias a ella hice acopio de consejos y obligaciones que me propuse tras la conversación que mantuvimos en un bar de Barcelona. Ella me dijo, parece que estuvieras como ausente. Y eso era debido al hachís que me despegaba de la concentración y además de ciego, estaba también sordo. Por aquella época empecé a medicarme, pero fumaba porros y se me notaba como ido de la olla. Si me viese ahora seguramente se impresionaría. La conocí por Internet y en realidad es muy diferente la actitud por Internet que en persona. En Internet mientras chateas puedes pensar bien aquello que dices. En persona es muy difícil debido a que te olvidas de alguna palabra, te pones nervioso, y el lenguaje no-verbal, como también la verbigracia, te delatan fácilmente. Son complicadas las relaciones a través de Internet. Una cosa es Internet y otra muy distinta es relacionarse de manera presencial. Internet es el hoy y el mañana, la inteligencia artificial, el mundo cuántico, los avances tecnológicos no paran. Son motivo de creer en el progreso pero si no cambiamos algunas cosas en temas como el hambre en el mundo, no tendremos paz.

La música. La música es sin duda el mejor invento desde tiempos remotos. Tan remotos como antes del fuego. O como la pintura en las cavernas. La música, ¿qué bálsamo es deleitarte con música? ¿De dónde viene tal creación de un arte que a todo el mundo enamora de una manera u otra? La música. Tu amiga especial. La música contiene la proeza de sensibilizarnos y hacernos más humanos. Recuerden a Nietzsche contra Wagner, Humano, demasiado Humano. Recuerden a Jim Morrison cuando decía que era nuestra amiga especial. La música está en todas partes. Estilos y géneros distintos pero dentro de un goce que nos invita a la inspiración. Sin música no sería un mundo tampoco con color. La música es la variedad, el sonido de la matemática, la cábala de la melodía. La música es nuestra seña de identidad. La hemos hecho sonar hasta en el espacio sideral. La tenemos en nuestro ADN. En los genes. Recuerden las sagas de músicos. Las diferentes melodías. Es atractiva desde la música clásica a la música de un espectáculo. Es compañera de excepcición en las discotecas. Con la música las personas se conectan y crean una telúrica forma como si fuese un sistema nervioso. Desde la música sefardita hasta las cantinelas castellanas. Desde la música árabe a la música tribal de los indios shipibos. Desde el movimiento Hip-Hop hasta el Heavy-Metal. Desde el Rock al Jazz. Desde el Flamenco a la música electrónica. Cada nota, cada arpegio, cada falseta, cada floritura, cada composición la hace patrimonio de la humanidad. De la humanidad al completo. La música es divinidad y la untuosidad unidas y conectadas entre la simbiosis y la yuxtaposición de los sonidos. Con la música no necesitas compañía. Ella sola inspira al hecho de estar menos solo.

Intentar suicidarse con aspirinas infantiles. Ver crecer la hierba. Conseguir quitarte del tabaco. La propia resistencia del cactus y su autodefensa. La halitosis de los leones, las hienas. El infierno de los poetas por querer subir a los cielos. El amor de conuco. Plantar árboles. Escribir cuando es preciso. La ruina que tenemos muchos y solamente están ahí tus padres. La locura es una especie de incoherencia que consiste en ser coherente. El paraíso de la soledad. Entregarse al momento del orgasmo como un cúmulo de deseo insaciable. La soledad en los bares oscuros. Exiliarse de los lavabos. La primera raya de cocaina. El secreto que se llevan algunos a la tumba. Entender la gran verdad es síntoma de haber madurado. Escritores hay muchos, demasiados, y libros, cada escritor tiene un promedio de veinte. Los grandes lectores tienen paciencia y publican cuando es preciso. No es mejor escritor el que escribe más libros. El buen escritor es el que dice lo necesario y sabe cuándo retirarse. Un poema que se parezca a otro no es epigonía, es suscribir algo que te gusta recordar, te gustaría que fuese tuyo exclusivamente, pero la poesía viene cuando no la llamas.

Ya no me causan los sábados noche esa tristeza o melancolía por el hecho de no salir. Sin duda he aprendido a estar solo. Lo considero incluso mejor que según qué compañías. Pero los sábados noche eran para mí algo más que salir a divertirse. Los consideraba como una aventura, de la cual he escapado con suerte. Lloret de Mar, Terrassa, la zona hermética, el per qué, el Scorpia, el Pont Aeri, Valencia, y muchos más lugares. El sábado noche para los adolescentes es peligroso y se padecen unas enfermedades que se curan con el tiempo, que son ingenuidad e inocencia. Me he caído de la moto, he destrozado el coche de mi padre, en definitiva, que no sé cómo sigo vivo. Vuelvo a decir, he tenido mucha suerte. Digamos que soy un privilegiado. Mi fiebre del sábado noche empezó en una discoteca llamada Albatros, después Maggoty en Terrassa, y el Crown, en Terrassa también. Recuerdo que a una edad tardía pero joven todavía, me daba cierta tristeza no salir un sábado noche. Para mí eran algo más que una diversión. Nunca se sabía cómo iban a acabar. Acababan muchas veces de la mejor manera, otras, de la peor. He tenido historias tan extrañas, enrevesadas y caóticas que por eso digo lo de que tuve mucha suerte. He vivido de mil maneras distintas, pero nunca he sido consciente del peligro que corría. Quizá esa fuese la razón de sentir el aliento del diablo muy cerca de mí. Amigos que perdí la pista, otros acabaron mal, pero he aprendido la lección muy bien aprendida. He aprendido tan bien la lección que ya no me importa no salir de fiesta. Los brindis al sol y la vida libertina pasaron a ser un recuerdo que ya no me atrae.

Hubo un tiempo que recorría las sucías calles entre asfalto y coches sin itinerario. Estaba destruido. Quizá era que no me quería. Pero redundaba y redundaba en autopistas y en caminos en las afueras. Era príncipe de eriales, de lindes sin lindage, de subsuelos, de borracheras y andurriales. Iba a la deriva y me topé con el naufragio. Me topé con la cara angelical del diablo, me topé con resentidos, con chivatos, con sobrinos de policías. Me plagó la psicosis como un campo minado. Andara donde andara siempre me mutilaba una extremidad. Guerras, naufragios y locuras vinieron a visitarme como juguetes rotos y olvidados. La bebida y las medicinas no se llevan bien. Me destrocé la amistad, el cariño de mis padres, y de boca en boca fui por allí donde iba. Las peleas, las pérdidas de calma, las pesadillas vinieron a mi encuentro y siempre había un caganer que te recordaba la locura el día después. Me quería poco. Ahora he recuperado un manojo de cosas que me fueron arrebatadas. Ahora sí soy un hombre completo, pero tiemblo cuando me siento desnudo.

De las mujeres independientes no se escribe nada. De las madres solteras tampoco. La época del babyboom fue en distintos países en décadas distintas. En Estados Unidos fue en los años 50. En España veinte años después. Quizá eso sería la clara evidencia de que nos llevaban veinte años de adelanto económico, social y también en lo cultural fueron más precoces (aunque a los nacídos en los 70 los cataloguen como generación X). No sé si escribir un poema en prosa coñazo, o un coñazo sobre el babyboom en dos países que no se parecen en nada. Pero yo escribiría sobre Andy Warhol y sus colores vívidos. Aunque tiene series que son tan repetidamente vacías y aburridas que no sé cómo tienen la repercusión que han tenido. Sin duda pintó a una élite para convertirse en la élite estadounidense. Ayudó a gente como Jean Michel Basquiat. Andy es más divertido cuando pinta con colores vivos sus serigrafías. Mis favoritas son las de Marilyn, Audrey Hepburn y Jackie Kennedy. A veces Warhol es una tomadura de pelo. Sin ningún interés artístico, expresionismo abstracto lo llaman. Como la vez que pintó 102 lienzos llamados Shadows (Sombras). Sin duda es una tomadura de pelo. Un cuadro de Antonio López tiene mucho más mérito. Eso no hay ni que decirlo. Aunque Antonio es un hombre sencillo pero su hiperrealismo es pura imaginación creativa a la par que honesta. Pero Andy Warhol es una especie de Dalí que firmó muchos lienzos en blanco y significaba la mismísima mercantilización del arte. Hecho donde también Andy Warhol hizo sus propios desmanes. Reírse del arte es pintar cosas que no tienen ningún interés ni mérito artístico. Y por supuesto es reírse del coleccionista, del visitante de un museo, de los amantes del arte y de mucha gente. Se puede ser abstracto y trasmitir sensibilidad artística, también cierta visión de creatividad honesta. Considero el arte un lugar idóneo para la honestidad.

Cuando aceptas la vida tal y como te viene, tal y como te la ha asignado la naturaleza. Cuando aceptas la soledad no tienes por qué calentarle la cabeza a nadie. Aceptarla sin más. Sin ponerte pesado, sin dar la barrila. Intentas acerte la vida agradable. Sin molestar. Te aceptas y te vuelves egoísta. A eso lo llaman hacerte selectivo. Confraternizas con el que te ayuda obsequiándole con alegría. Cuando son las cosas de esta manera es que has madurado, has madurado y te haces un favor. Porque dar la brasa no lo quiere nadie. Está bien desearle a la gente tus mejores deseos. Cuando aceptas estar solo contigo es aceptar una vida como lo que aconsejan para soportar la muerte de un ser querido, aconsejan resignación, la resignación es la mejor compañía. Resignarse o revelarse. Revelarse es ridículo. Porque ¿contra qué te revelas? ¿Contigo mismo? ¿Contra Dios? Revelarse contra los hombres es estúpido. Es revelarse o suicidarse psicológicamente. Acudes al calor humano. Como los perros en el invierno. Se acurrucan cerca de ti y lo mismo ocurre con las personas. Buscamos conmiseración. Madurar es dar conmiseración y resignarse. Pero todo esto es teoría, las personas somos más complicadas.

Según Gabriel Zaid hay cinco maneras de financiar la cultura. Una es con un mecenas interesado en tu obra, otra es financiación por parte del estado o alguna institución, otra más es la familia, otra es el mercado, y la última es el sacrificio personal. Yo he usado la financiación de dos maneras. Una, mi familia, la otra, mi sacrificio personal. Llevo en esto desde el año 1995. Y las he visto de todos los colores. Al costear yo la publicación de mis libros siempre me he llevado grandes decepciones. Frustración tras frustración he luchado mucho y seguiré luchando porque es lo que me gusta hacer. Ha habido gente que ha descrito lo que escribo con una opinión positiva del mismo, y otras veces, he sentido indiferencia. El mundo editorial es un negocio, nadie hace nada (ninguna editorial en el mercado tras el hecho de publicarte) desinteresadamente. Yo debo escribir mal, creo en lo que hago. Me convierto a ratos en una persona optimista y otras lo contrario. Pero no gano nada con la literatura y mis mixturas. Ha habido opiniones que me han levantado la moral y otras que me han hecho descender de pesimismo. No pretendo ni fama, ni dinero, ni gloria para la posteridad. Lo hago porque me sirve de terapia. Padezco una enfermedad psíquica y a través de la escritura adquiero una tabla de salvación, que ordena mis pensamientos y terapéuticamente me hace mucho bien. He sufrido desequilibrio y gracias a las lecturas, y la escritura, como crear mixturas han mantenido mi propio equilibrio existencial. En el título digo “casi todo por el arte” y es lo que creo. Ya que hay cosas en la vida que son gratuitas y son importantes. Un trabajo creativo artístico te aporta equilibrio, también esperanza.

Esta vida nunca es lo que uno imagina. Ya no eres joven y la vida ha pasado deprisa. Pero afrontar otra realidad es afrontar otro Dios, otro trato, otra manera de pertenecerte. Molestas en cualquier lugar. Sólo los buenos de corazón se alegran de ver tu ancianidad. La verdad es lo desnuda que está la calle, y seco camina el invierno de primavera olvidada, cada verano es Escandinavia. Todavía recuerdas cuando antaño querías con alegría. Se van muriendo aquellos compañeros que algún día fueron niños con el corazón blanco. Empiezas por no poder dar una voltereta y acabas viendo voltear la vida en un anochecer expectante. ¡Con lo que has sido! Has sido prometedor, con ansias voraces de comerte el mundo, hasta que te das cuenta que este mundo te engulle. Te engulle y te equivocas en tu torpeza rememorando avispados avisperos de amigos buscando agua y barro, cada cual a la suya. Afrontar otra realidad es afrontar un mundo que te considera ya tardío, como óxido con la verdad necesitado de nimio consumes el hecho de ser un perro derretido por la vida que fue acero. La vida no es mañana. Es caducidad que nos encuentra.
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El ángel bueno que todos llevamos dentro. Él ángel de la compasión, el benefactor, el complaciente. El ángel anunciador, el ángel de la caridad, el benevolente. El ángel exterminador, el ángel justiciero, el de la buena muerte. El ángel del tatuador, el ángel de la soledad, el ángel de la suerte. El ángel que todo lo puede, el ángel que a nadie teme, el ángel penitente. El ángel provocador, el ángel evocador, el ángel del flamenco, el ángel de lo inconcreto, el ángel de los ausentes. El ángel cautivador, el ángel valiente, el ángel siempre presente. El ángel sentenciador, el ángel ambivalente, el ángel de la guarda, el ángel que está presente, el ángel perpetrador, el ángel sin sexo, el ángel con un gran pene, el ángel oscilador, el ángel consecuente, el ángel masturbador, el ángel caído, y el polivalente. El ángel perseverante, el ángel fulminante, el ángel de los ángeles, el ángel bueno que todos llevamos en mente, el ángel de los dementes, el ángel que es todo corazón, el ángel de paz, y el ángel preferente. El ángel niño, el niño ángel, San Francisco de asis, y San Gabriel Arcángel, y el ángel de mirada latente. Ángel Guinda, Ángel Cristo, Ángel Nieto, el Ángel listo, el ángel sabio, el ángel de todos los negros, los angelitos buenos, los ángeles que van al cielo, y el ángel independiente. El ángel de los jorobados, el ángel que come pan migado, el ángel de los acobardados, el ángel que ya no es pringado, y el ángel impertinente. El ángel de los ciruelos, el ángel de los almendros, el ángel de los poliedros, y el ángel de los que no tienen dientes. El ángel de los hospitales y el ángel de los matasanos, el ángel de los gusanos, y el ángel de los teleñecos y el ángel sin ningún regomello.

Yo no digo que seas malo, cuando hablo en segunda persona del singular me refiero a la segunda persona del plural. Quiero hablar del mundo, pero qué sé yo del mundo, si apenas he salido, y cuando lo he hecho ha sido por motivos amorosos. Cuando hablo de ti, me refiero a vosotros, al mundo que me mira y yo no puedo ver. A veces me salgo del trazado, o cruzo alguna frontera, pero aquí el malo no eres tú, ni yo. Aquí los malos somos ninguno. Estamos ante una confusión más antigua que lo que el hombre y la mujer puedan recordar. No mentir, esa es la base. Y si mientes que sea por piedad. Aunque algunos prefieran ser engañados. Por eso de la esperanza que nos vacía. Tratar de eludir aquello que llevamos como un peso muerto es cuestión de intentar dejarlo guarecido y olvidarlo lo máximo posible. Es parecido a acostumbrarse a la soledad. La soledad es a veces tan necesaria que se busca como un bálsamo reconfortante. La soledad es reencontrarse con nuestra verdad. Repito, la maldad para los malvados, para la buena gente es mejor desear buenos augurios. Que sean felices, que vivan sin hacer daño a nadie. No mentir y tratar de eludir la voluntad errónea de los resentimientos. Se debe eludir la venganza, la sed loca de venganza. Las personas no somos todas iguales. Es más atractivo el mundo con su diversidad. Lo que es cierto es que degustar un café cuando te levantas, una copa de vino en la tardía hora crepuscular. Disfrutar de lo que se tenga. Se debe cuidar con esmero el patrimonio sentimental. Pero siempre existe un momento donde la vida se hace insoportable. Vuelven las sombras. Y todo se pudre de indiferencia.

Llueve en el interior de mi casa. Llueve a cántaros. Y no tengo un paraguas un simple chubasquero para impermeabilizar la lluvia. Es aberrante la lluvia seca que cae. Cae a remolinos una tormenta de plomo y hastío. Caen los chuzos de punta, caen como puntillas de acero. Todo cae. Cae mi esperanza a los charcos y barrizales. Cae el sueño que me acompaña como un niño desnudo. Cae la solitaria voz que no escucho hace rato, horas, días. Caen truenos y relámpagos, cae un agua barro sucia que circula como un río por las calles. Caen mis lágrimas entre la lluvia, como en el replicante de Blade Runner. Los soportales guarecen de la lluvia, pero ni nada ni nadie puede calmar esta tormenta acuciante. Me encuentro entre está vorágine de agua solitario y sin consuelo. No puedo sujetar mi alma con esta agua embarrada que cae sobre mí. No me conoce, pero cae sobre mí. Cae sin compasión. Cae deliberadamente. Quizá mañana salga el sol. Tras esta lluvia que arrasa con todo puede haber un sol tras este chubasco. Tras esta lluvia que cae como agujas de agua fina. Una vez me preguntaron ¿te has sentido cansado de la rutina de la lluvia? Y yo contesté que ya estaba acostumbrado. Que muchas veces cayeron chubascos y anticiclones en el interior de mi casa. Cae agua a cántaros y está todo seco, pero cae y cae agua ¿sobre seco o sobre mojado? No sé, esto es algo que no entiendo en absoluto. Cae un agua turbia pero limpia, limpia pero barrosa, barrosa pero cae en un secarral. No sé si someterme a la lluvia o sucumbir al regadío de acequias que se duermen entre pececillos de plata. Entre sequía y más sequía. Entre charcos sin agua alguna.
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En el día de la proclamación de mi muerte espiritual comprobé el regusto de la soledad. Mi madre me dijo: —si te pasara algo, tu padre y yo nos moríamos. Conocí la conspiración a los hijos del mar. Sabía a salitre y olía a brea. En el fondo marino, del cementerio al fondo eterno del misterio, donde los calamares son gigantes y hay criaturas que huyen del sol porque no les ama, hay gente extraña que enciende su luz entre los párpados de la noche. Entre un pestañeo y otro. Ese es el don de los necios acróbatas. Por eso tienen memoria de pez, y por eso estás tú ahí. Para recordármelo y empujarme al abismo. Me lo recuerdas con sed de venganza. No gusta a nadie que te fastidien la noche. Los hijos del mar son escozor y duda, olvido y el reflejo del óbito. Cuando era un niño, un niño inocente y timorato como un ángel, estaba en un tren de moqueta y sueño. Y en la boca de una chimenea con un orificio no muy grande y ni demasiado pequeño. El tamaño justo para la trampa, una niña me dijo: —ven y mira por aquí. Señalándome al agujero, y ella, vengativamente sedienta me escupió en la cara. Sentí por aquel entonces una traición que me descompuso el alma, el espíritu, todo. Mi madre regañó a la niña. Estábamos en la consulta del pediatra. No se podía hacer demasiado ruido. La madre se enzarzó con mi madre en una discusión, mi madre le dijo: —Señora, su hija ha escupido a mi hijo en la cara. Y la madre de la niña le dijo: —Son solo niños, es una broma. Mi madre miró a la mujer con odio y silencio obligado, no por la madre, sino por mí. La inocencia es algo infravalorado. Quizá sea esa escena, la del matrimonio entre el cielo y el infierno. El infierno, ¿es inocencia o está resabiado? La inocencia de los niños que los devora la calle. Juegan en la calle con hormigas cabezonas y les quitan sus antenas. Y luchan entre ellas sin el sentido de la telepatía del insecto. Este país es mås africano que europeo. Sólo tienes que ver sus hormigas. Sus hormigas como las de la mano en El perro andaluz de Buñuel. La verdadera tragicomedia de la inocencia es que abusa la resabiada noche empujando a los niños sacando su lengua borrachos de odio.

El mundo está a tiempo de solucionar problemas ecológicos, económicos y politicos. Pero qué es la sustancia con la cual se nutre nuestro tedio y cansancio. El día a día es una lucha sin tregua. Cada día se abre un frente nuevo. Pero pienso, sinceramente, que a pesar de nuestros pesares el hombre puede empezar a tener humanidad, conmiseración con los demás, y como creen los budistas, compasión. La compasión es un medio muy sugestivo de afrontar la vida sin culpas ni regomellos. Dormir tranquilo, con la seguridad de que no le has hecho daño a nadie. Tratar de convivir en armonía, y lo más importante, vivir en paz. Los problemas económicos se pueden solventar, pero perder un día sin el amor, el amor De Dios, el amor al prójimo, a tus hermanos, a tus padres, a la familia. Tener familia hoy en día es un lujo que compartimos con mucho agrado, ya que en un futuro no sabemos cómo vamos a terminar. Puede que cuando falten los progenitores se acabe la familia. La vida cambia, da giros bruscos, los cambios de la vida son impredecibles, da muchas vueltas la tierra. No quiero ir de hippie de tres al cuarto, con el rollo ese de seamos amor, con el tema de lo que nos separa y nos asemeja. No pienso hablar ahora de nada lamentable. Las cosas se pueden poner difíciles, pero siempre hay un roto para un descosido. Podemos creer en estos días religiosos que la vida no es rezar y ya se acabaron los dolores. La vida lo que sí nos asegura es que casi todos acabamos mal. Pero la vida tiene que ser una aventura interesante. No hay que perder la apetencia por vivir. Mejor vivir que lamentar. Temer la vida es simplemente prudencia.

La Semana Santa es a veces un asunto de mera teatralidad e hipocresía en la que yo particularmente no creo, sobre todo en lo que concierne al ser humano como parte de una santidad de la que carece. Y en eso me incluyo. Es la mórbida flema del asco, es hipocresía sin ninguna santidad ni conmiseración y mucho menos compasión con el prójimo. Es algo similar a la Navidad. Pero no hay que llevar la cosa a extremos irreligiosos y redundantes donde se peca de poca humanidad. Sin duda la santidad se la atribuimos a los ídolos, pero sin embargo nosotros, olvidamos la religiosidad por una beatería sin fundamento y con poca credibilidad, ya que ni nosotros le damos crédito. La Semana Santa es una escenificación y también un testimonio de las aberraciones acaecidas en la Biblia, como verdadera Pasión. ¿Somos lo que creemos o lo que fingimos creer? La verdad es que la religión es como un pensamiento que el ser humano se autoinculcado. Necesita de alguna presencia en la que creer porque está solo y abandonado. Conmiseración con el prójimo no tiene. Compasión tampoco. Decía Dante Alighieri que para ir al cielo tienes que pasar por el infierno. El infierno es evidente que está en la tierra, quizá también el reino de los cielos. Lo que es seguro es que beatifición y consagración sea algo verdadero, pero es mucho más que entregar tu vida al prójimo y al Dios de los hombres. Es comprobar la risa déspota de los miserables, de los desagradecidos, de la envidia, de tantos y tantos pecados que los hombres como criaturas solitarias y en guerra con nosotros mismos, llevamos a cabo de la manera más deliberada y sin ningún remordimiento. No se salva ni Dios. Debe haber algo en este mundo santo. Debe haber santidad en alguna parte de esta tierra. Porque el odio que nos tengamos, y en otros momentos el disfrute de la familia y amigos, es un acto de amor, tal y como se cita en la Biblia. Ser ateo y agnóstico o hereje es un acto de amor a la humanidad, aunque se niegue la presencia divina. Pero la verbigracia de la palabra De Dios, de los beatificados, Los Santos, son pruebas de que el hombre puede tener la humanidad que Dios nos ofrece. El amor, la santidad, es una forma de autoestima sincera.
Parece cosa del caprichoso azar o una estrategia para incentivar el tabaquismo por parte de las tabacaleras, o no sé. Pero ahora que estoy tratando de dejar el tabaco veo en películas a un montón de fumadores empedernidos. Y lo extraño que no es cine demasiado antiguo. Pero resulta comspiratorio y retorcido que en casi todas las películas que video últimamente salen personajes que fuman pero como fumadores exagerados. Es una cosa obsesiva y con muy mala leche. Veo a Godard, que era un fumador potencialmente vicioso, también he visto Stardust sobre la vida de Ziggy Stardust (David Bowie para ser más concisos) y también he visto 21 Gramos que también se fuma mucho.
Parece como si en Hollywood o en el cine en general exista una conspiracción contra los exfumadores. Es algo demoníaco. Te dan ganas de salir a comprarte un paquete. Y si ves a alguien fumando te dan ganas de salir detrás de él. Dejar el tabaco nadie dijo que fuese fácil. Pero es imposible con tanta apología no sé si directa o indirectamente. El caso es que es un vicio bastante difícil de dejar. Me atrevería a afirmar que uno de los peores. Bueno hay que aguantar el tirón y ser fuerte. Aunque aveces…
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POSTUREO DE LA MADRUGÁ
En Andalucía y en muchas partes de la España que se autodenomina como aconfesional están entre liturgia, beatería y carnaval, y yo estoy aquí más aburrido que en un desfile de cojos, pero éstos cojos unos están crucificados, otros en fase de lamentación y otros en todas las escenificaciones representando al día que prendieron al Jesús el Nazareno. No solo es beata la Andalucía más tradicional, también en el norte cuecen habas. Yo resisto al sueño por ver La Macarena, que también le dicen Virgen de la Esperanza. Aunque soy hombre de vírgenes, como por ejemplo, la Virgen de Guadalupe, la Virgen de nuestra señora de la Caridad del Cobre, también María Lionza, Malinche y la Virgen de Regla, que en la Santería es Yemayá. Soy un trozo de cada Virgen y no soy ya a mi edad precisamente virgen. Aunque la virginidad se le atribuya al sexo femenino algunos hombres fueron yonquis antes que frailes. Todos tenemos un pasado que queremos recordar o no. Pero están muy silenciosos los comicios de La Madrugá, que antes he dicho y repito, me gusta la sevillana. Es impactante ver a tanto hombre con capirote y el cirio encendido. Y curioso es que dónde está la Basílica de La Macarena estuviera enterrado el dueño del café negro en Andalucía. Me refiero, cómo no, a Gonzalito Queipo de Llano, asesino de Lorca y otros tres hombres más. —Que le den café, mucho café. Esa fue la orden que recibió Valdés. Estamos en una España que por suerte o por desgracia no ha olvidado. Recordamos que en España hubo una guerra, pero la beatería es una costumbre más antigua que las guerras. Yo veo La Madrugá en la imagen de La Campana, que es donde los pasos son más vistosos y son las súper-estrellas de la Semana Santa sevillana. Nada más por ver a La Virgen de La Macarena con esas flores de esmeraldas en su pechera de encaje blanco vale la pena. También esas lágrimas puras de lo bien puestas que están.
El otro día le dije a mi editor, que es sevillano: —yo soy “capillita” y el tío por la voz que puso, yo creo que alucinó. Se diría: —Vaya, un poeta santurrón. En fin, que todo esto de la Semana Santa donde más atractivo es de Despeñaperros para abajo. Me apasiona el carnaval, las bandas de música, y los romanos, los capirotes y los que llevan cruces kukuxklan.

Si no has visto o conocido un hombre en situación crítica yo me puedo poner como un ejemplo. Conozco y he conocido a hombres amputados del derecho al rosa. Dicen que los homosexuales tienen el don de la belleza, ya que son masculinamente femeninos. Hay homosexuales con más cojones que muchos heterosexuales. También hay homosexuales en soledad absoluta. No pretendo fingir una pose frente a la homosexualidad. Pero eso de que son sensiblemente superiores en el empeño de la belleza, puedo decir, que al menos tres, y muchos más que no puedo abarcar, son de una verdadera sensibilidad que trasforman lo duro de la vida en un arte hecho a medida para todos. Tengo como referente a un homosexual cubano. Es Reinaldo Arenas. Hombre de gran talento y represaliado como ser sufrido nada más por su condición sexual. Les recomiendo cualquier libro suyo. Casi todos tienen una simplicidad unida a la belleza y con una sensibilidad que te deja boquiabierto. También quisiera nombrar a otro gran escritor homosexual. Es Pedro Lemebel, entre sus performances y sus crónicas es el homosexual más valiente y revolucionario que nació en Chile. Pedro Lemebel es puro. Su escritura es la visión del mundo sin esfuerzo aparente pero con un realismo crudo. Fumaba mucho, y lo pagó caro. Como Reinaldo, murió joven, como deben morir los mitos. Pero daré un dato para que lo descubran en YouTube. Hizo radio, cronista valiente y muy sagaz. Elegante cuando debe serlo y crudo como la vida misma. No podría acabar este post sin nuestro poeta más leído, tanto en occidente como en oriente. Ese es Federico García Lorca. Un poeta como uno de los anteriores; represaliado y sentenciado a muerte. Lo mataron a él, pero no a su legado. Un legado repleto de música, imágenes y metáforas luminosas. Lean lo que les apetezca, pero estos tres merecen una atención especial. No por ser homosexuales, sino porque han sabido trasmitir lo que el origen de la palabra escrita representa mediante todas las verdades en una sola. La poesía cuando es un “bien” prohibido y represaliado acerca más al interés del lector. No sé si por morbo, porque la destrucción y el tocar fondo aporta interés. Lo que sí es cierto que cualquier poeta es bueno sin la categoría de homosexualidad y de espaldas al resentimiento. La belleza es un valor en alza. Pocas veces surgen cosas bellas en la poesía. Luminosa poesía. Necesitamos belleza y compromiso.