Llueve en el interior

Posted on 10:55

 


Llueve en el interior de mi casa. Llueve a cántaros. Y no tengo un paraguas un simple chubasquero para impermeabilizar la lluvia. Es aberrante la lluvia seca que cae. Cae a remolinos una tormenta de plomo y hastío. Caen los chuzos de punta, caen como puntillas de acero. Todo cae. Cae mi esperanza a los charcos y barrizales. Cae el sueño que me acompaña como un niño desnudo. Cae la solitaria voz que no escucho hace rato, horas, días. Caen truenos y relámpagos, cae un agua barro sucia que circula como un río por las calles. Caen mis lágrimas entre la lluvia, como en el replicante de Blade Runner. Los soportales guarecen de la lluvia, pero ni nada ni nadie puede calmar esta tormenta acuciante. Me encuentro entre está vorágine de agua solitario y sin consuelo. No puedo sujetar mi alma con esta agua embarrada que cae sobre mí. No me conoce, pero cae sobre mí. Cae sin compasión. Cae deliberadamente. Quizá mañana salga el sol. Tras esta lluvia que arrasa con todo puede haber un sol tras este chubasco. Tras esta lluvia que cae como agujas de agua fina. Una vez me preguntaron ¿te has sentido cansado de la rutina de la lluvia? Y yo contesté que ya estaba acostumbrado. Que muchas veces cayeron chubascos y anticiclones en el interior de mi casa. Cae agua a cántaros y está todo seco, pero cae y cae agua ¿sobre seco o sobre mojado? No sé, esto es algo que no entiendo en absoluto. Cae un agua turbia pero limpia, limpia pero barrosa, barrosa pero cae en un secarral. No sé si someterme a la lluvia o sucumbir al regadío de acequias que se duermen entre pececillos de plata. Entre sequía y más sequía. Entre charcos sin agua alguna. 

0 Response to "Llueve en el interior"