A Emilio Prados le cambió la sonrisa
Posted on 7:55
Tras su exilio mexicano a Emilio Prados le cambió la sonrisa. En Málaga era alegre y extrovertido. Perteneciente a la generación del 27 fue un poeta primeramente sonriente y feliz, y tras su exilio pasaba el día encerrado en una habitación. Escribió y destruyó poesía. Pero en su Málaga tuvo una imprenta (sin demasiada fortuna) que costeaba su padre. Emilio con respecto a las erratas decía: —un libro sin erratas es como un jardín sin flores. Emilio padecía una depresión aguda. Por eso su reclusión, sus poemas a la muerte, y a la oscuridad de la vida. Con el tiempo vas entendiendo en qué consiste la vida. En su total magnitud. Emilio Prados era un poeta notable. Tuvo sus momentos de alegría, enseñó a niños analfabetos a leer y escribir, y siempre se comportó de manera altruista. Federico lo llamaba en la residencia de estudiantes “cazador de nubes”. Es evidente su melancolía y la necesidad de su patria ante el hecho del exilio. Hay otra manera de vivir a la que debes habituarte o ser un ermitaño triste y depresivo en una tierra extranjera. Sin embargo, Emilio siguió escribiendo. Siguió escribiendo muy buenos poemas con la temática de costumbre, siguiendo los rastros de su encierro voluntario. La gente cree que el que vive encerrado es porque quiere. Yo creo que es porque lo necesita. A Emilio no se le ha hecho suficiente justicia. Leer a Emilio es ver la dificultad de los que están vivos y muertos al mismo tiempo. Sin duda México se portó muy bien con los exiliados republicanos españoles. Se exilió la florinata de la cultura española. A dos de ellos le dieron o cárcel o muerte. Desterrado y desafiando a la vida en soledad Emilio dio con las teclas adecuadas demostrándolo en su poesía. Aquí dejo esta recomendación a su poesía peculiar.