Nadie conoce a nadie

Posted on 0:10

 


No te conoce nadie, no, no te conocen. Fueron amigos antaño y hogaño no te conocen. No sé si se han olvidado de tu cara, del parentesco, de la sangre. Cierto es que has engordado, cierto es que tu aspecto ha transmutado, cierto es lo que parece cierto. Pero a veces lo cierto es lo más incierto e improbable. Nadie conoce a nadie. Es en este carnaval, tu disfraz el que más repele. Es en este sueño lo que nada se conoce. Te acuerdas de sus nombres, de su alegría y de sus motes, pero nadie conoce a nadie con los pronombres en cruz. Con los despuntados lápices. Tu casa es ahora otra casa. Donde no hay nada ni nadie. Es tan fugaz la luz como fuegos artificiales. Nadie quiere sufrir, tampoco equivocarse, se arrepiente el sol de ser sol, pero llega la noche, y nadie conoce a nadie. Comprobamos estupefactos lo que es inadmible, lo inapetente, lo deplorable. ¿Nadie? No. En realidad todos te conocen. Te conoce el libro cerrado, te conoce la historia interminable, te conoce la luna, tan esbelta, blanca y grande. El misterio se dará a la fuga, como asustado hombre improbable. Todo esto es una amalgama de sueños que contigo se acuestan. Un manojo de sueños donde elijo improbable la certeza ciega. Nada es cierto. Todo es una ilusión momentánea. Cuando vienen las sombras todo se traslada al mismo lugar donde antes estaba. No, no puede ser que no me conozcan, pues ¿tanto he cambiado? ¿Dónde está el compromiso fíel y el beneficio de la duda? Llegas a amar la soledad. Llega ésta a ser tu gran compañera. No te conoce nadie, no. Cambiaste siendo el mismo y lo mismo serás hoy. A todo se acostumbra la mente. Lo llaman “conformarse”. 

0 Response to "Nadie conoce a nadie"