Vivir la vida para escribir
Posted on 2:58
Muchos piensan que para escribir se necesitan experiencias, como irse de fiesta, meterse en peleas y vivir la vida. Sí, no es una tontería, puede valer. Es como ser una especie de Ernest Hemingway a la española. Y no, hay que recordar lo que decía Hemingway al respecto. Y es que para ser un buen escritor y contertulio tienes que ser como los boxeadores. Ser un buen Sparring soportando golpes pero (leyendo) también hay que saber devolverlos. Y es eso, el que quiera escribir es buen menester que viva la vida, pero también debe leer, leer, y aprender. Empaparse de todo. No estamos hechos para durar. Y la carrera de un escritor es meteórica y sin muchas ganancias. Escribir bien lleva implícito nutrirse de literatura. Conocer los clásicos. Porque ya está todo escrito, y solamente nos queda maquillar una mentira con un envoltorio real. Se debe ser buen sparring, pero es mejor que des tú cuando más golpes mejor. Y dejar KO al adversario o rival. Se vive la vida, se bebe, te diviertes, pero nunca menosprecies la hoja en blanco. La primera regla de oro es escribir cuando aparece el misterio de tener una historia, ya sea verídica o ficcional. Pero se debe escribir la historia y luego dejarla reposar. Repasarla, retomarla, corregirla, las veces que haga falta, y ponerle el punto y final. Por eso a muchos escritores les da tanta pereza releer su propio escrito. A mí me ocurre. Y creo que lo más difícil es corregir, ya que una buena historia es fácil de emprender si tiene hueso. El hueso es la dureza y la firmeza que hace una historia creíble. Sin cierta coherencia no hay hueso, y la verdadera coherencia es la carne que tiene que tener apetito desde el comienzo.